América Latina y el Caribe ante el conflicto Israel-Palestina: el posicionamiento de los gobiernos en el actual tablero geopolítico

El 7 de octubre de 2023, el brazo armado de Hamás, organización de resistencia palestina, llevó a cabo la denominada Operación Diluvio Al-Aqsa, lanzando misiles sobre Israel desde Gaza, entrando en territorio israelí y tomando rehenes civiles y militares. Israel respondió recrudeciendo la ofensiva y la ocupación sobre Palestina. Desde entonces, el conflicto ha cobrado la vida de más de 37 mil palestinos, 1,200 israelíes y cientos de periodistas y trabajadores humanitarios, desplazando al 85% de los habitantes de la Franja de Gaza y dejando a la región en hambruna.1 Las condenas internacionales ante esta catástrofe humanitaria condujeron a Naciones Unidas a aprobar en junio de este año una resolución de alto al fuego y a que la Corte Penal Internacional ordenara el arresto del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y del titular de Defensa israelí, Yoav Gallant, así como de tres dirigentes de Hamás. Sin embargo, el cese del conflicto todavía parece imposible.

¿Cómo han respondido los gobiernos de América Latina y el Caribe ante tal escalada de violencia y a qué obedecen sus diferentes respuestas? Aquí presentamos una mirada amplia de las posiciones que han tomado los países de nuestra región, considerando no solo las declaraciones de los gobiernos, sino también la naturaleza y evolución histórica de las relaciones sostenidas con Palestina e Israel —y, naturalmente, con Estados Unidos, aliado clave del Estado sionista—. Encontramos que en el continente americano se replican tres vertientes globales, al menos dentro del sistema de Naciones Unidas, que resumen las respuestas internacionales a la cri­sis en Medio Oriente: 1) el vehemente apoyo a Israel, bajo la justificación de que se debe combatir al terrorismo islámico que se expande por el orbe; 2) la condena del conflicto bélico y de la violencia en general, enfatizando su costo en vidas humanas y pidiendo una solución que contemple la coexistencia de dos estados en el territorio; y 3) la denuncia directa de un genocidio del pueblo palestino a manos del Estado de Israel. Después de analizar el contexto geopolítico actual en torno a la cuestión Israel-Palestina, presentamos la historia y el posicionamiento reciente de algunos países de América Latina y el Caribe.

Contexto actual de la guerra Israel-Palestina: movimientos en el tablero geopolítico

Desde hace más de un siglo, el proyecto sionista de Israel, localizado en una región estratégica, ha contado con el apoyo de potencias europeas y de los Estados Unidos, así como con la pasividad de varios estados del Medio Oriente. En 1917, los colonos ingleses del Mandato de Palestina se comprometieron en la Declaración de Balfour a respaldar la creación de un estado nacional judío en ese territorio. En 1947, tras décadas de levantamientos árabes contra la colonización, Gran Bretaña dejó a Palestina en manos de las Naciones Unidas, organismo que acordó dividir el territorio en un estado judío y uno árabe. La creación del Estado de Israel en 1948 y el desplazamiento de cientos de miles de palestinos durante la Nakba2 dieron inicio a la larga crisis de violencia que se prolonga hasta nuestros días.

Desde octubre del año pasado, la tremenda ofensiva israelí sobre el territorio palestino ha provocado movimientos significativos en el tablero geopolítico de aliados y antagonistas de Israel, así como conflictos al interior de sus fronteras. Los siguientes apartados resumen la situación en los diferentes frentes bélicos y políticos.

Estados Unidos e Israel: una tensa cooperación

En las últimas semanas, Israel entró en una nueva etapa de unilateralidad rebelde en la que incluso ignora las directrices de su máximo aliado histórico: Estados Unidos. El 31 de mayo, el presidente estadounidense Joe Biden presentó una propuesta de tres fases para poner un alto al fuego en la zona de conflicto, permitir la entrada de ayuda humanitaria y liberar rehenes de ambos bandos. La propuesta fue favorablemente acogida por Naciones Unidas en la Resolución 2735-24 del Consejo de Seguridad, la cual reitera el “compromiso inquebrantable del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para lograr la visión de una solución negociada en la que dos estados democráticos, Israel y Palestina, vivan uno a lado del otro en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas”.

Durante la votación, el representante israelí increpó al Consejo: “Israel lamenta cualquier daño causado a los civiles, pero hay que subrayar que los palestinos que cooperan con Hamás y participan en sus crímenes de guerra no son ajenos a ellos. Esa es la realidad que enfrentamos. La pérdida de vidas en Gaza es una tragedia, pero, si los miembros [del Consejo] no echan la culpa a Hamás, están promoviendo su estrategia”.3 A pesar de que la propuesta de Biden emanó de un acuerdo previo con el gobierno israelí, como se expresa en la misma resolución del Consejo, Netanyahu acabó por rechazarla, insistiendo públicamente en que la guerra terminará cuando Hamás sea totalmente eliminado.

El primer ministro de Israel también denunció el atraso de Estados Unidos en el envío pactado de armamento. A mediados de junio, Netanyahu publicó un video insistiendo en que Estados Unidos está incumpliendo su compromiso de colaboración militar con Israel, tras lo cual la Casa Blanca canceló una reunión con representantes israelíes en la que se iba a discutir sobre Irán.4 Según la declaración de Netanyahu: “Hace unos cuatro meses se produjo un drástico descenso en el suministro de armamento que llegaba de Estados Unidos a Israel. Durante semanas pedimos a nuestros amigos estadounidenses que aceleraran los envíos. Lo hicimos una y otra vez. Me gustaría subrayar, y también se lo dije a nuestros amigos estadounidenses, que disponemos de un medio que siempre ha inclinado la balanza: la valentía y la determinación de nuestros combatientes, y con esta arma venceremos”, expresó en una entrevista.5 La administración estadounidense respondió que esta acusación es falsa y que únicamente se modificó el envío de tres mil 500 bombas en mayo de 2024 por su potencial utilización sobre áreas densamente pobladas, haciendo referencia a la ciudad de Rafah en Gaza.6

Según un informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI),7 Estados Unidos es el principal proveedor de armas a Israel: entre 2014 y 2023, 69% de las importaciones israelíes de armamento provinieron del país norteamericano (Alemania ocupa el segundo lugar: aportó el 30% del armamento adquirido por Israel en ese periodo). Desde la fundación del Estado de Israel en 1948, Estados Unidos le ha destinado más de 130 mil millones de dólares por concepto de “ayuda bilateral”, que se refiere fundamentalmente a cooperación militar.8 En abril de este año, Biden firmó un proyecto de ley que incluye el desembolso de 26 mil millones de dólares para el conflicto en Medio Oriente: 15 mil millones en apoyo militar a Israel, 9 mil millones en ayuda humanitaria para Gaza y 2.4 mil millones para operaciones militares estadounidenses en la región. Estas transferencias millonarias se basan en un programa negociado por Barack Obama y Netanhayu en 2016,9 en el cual Estados Unidos se comprometió a destinar 38 mil millones de dólares en ayuda militar a Israel durante 10 años bajo dos condiciones: que Israel utilizara ese dinero para comprar material militar estadounidense y no para el crecimiento de su propia industria bélica, y que no solicitara desembolsos adicionales a los pactados en el acuerdo.

En julio de 2024, poco antes de dirigirse a Washington, Netanyahu afirmó que Israel será el aliado más fuerte de Estados Unidos en Medio Oriente independientemente de quién sea elegido presidente en los comicios de noviembre.10 Desde el estrado del Congreso de Estados Unidos, el primer ministro agradeció la oportunidad de presentarse —por cuarta vez— en la “gran ciudadela de la democracia”. Sobre el conflicto en Gaza declaró que “es un choque entre la barbarie y la civilización. Es una batalla entre quienes glorifican la muerte y quienes aprecian la vida. Estados Unidos e Israel deben permanecer unidos. Porque cuando permanecemos unidos, su­cede algo muy simple: nosotros ganamos y ellos pierden. Vine a asegurarles, amigos míos, una cosa: nosotros ganaremos”.11 También agradeció a Biden por medio siglo de amistad con Israel y por su rol en la liberación de los rehenes en manos de Hamás —y expresó su gratitud a Trump por los Acuerdos de Abraham firmados en 2020.12 Entre los presentes durante el discurso de Netanyahu se encontraba una de las rehenes rescatadas, quien recibió una ovación de los congresistas. Sin embargo, mientras se aplaudía con entusiasmo dentro del recinto gubernamental, cientos de manifestantes ocuparon las calles cercanas al Capitolio en protesta contra el primer ministro israelí y reclamando el fin de la guerra en Gaza.

Tras reunirse con Biden, Netanyahu charló por separado con la vicepresidenta Kamala Harris; ambos lo instaron a un alto al fuego en Gaza, pero Harris demostró una posición más dura sobre el conflicto al afirmar que “no podemos permitirnos ser insensibles al sufrimiento y no me callaré”, refiriéndose a la crisis humanitaria que enfrentan los palestinos.13 El viernes 26 de julio, Netanyahu también se reunió con Trump en su residencia de Palm Beach, en el estado de Florida. El primer ministro israelí agradeció al líder republicano por el trabajo del gobierno en asuntos importantes para Israel durante su administración. Por su parte, Trump prometió “hacer todo lo posible” para lograr la paz en Medio Oriente y añadió que combatirá el antisemitismo en los campus universitarios de Estados Unidos.

Líbano y la potencial expansión del conflicto

Israel también se está preparando para una posible escalada bélica en el extremo norte del territorio. Según declaró el ministro de Defensa israelí Yoav Gallant durante su visita a Estados Unidos en junio de este año, el enfoque estratégico de Israel se está desplazando hacia la frontera norte que colinda con Líbano.14 Ello implicaría la entrada directa de Hezbolá, movimiento musulmán chiita y partido político libanés, en el conflicto bélico que hasta ahora se concentra principalmente en Gaza. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, advirtió a Gallant que las provocaciones de Hezbolá amenazan con arrastrar a los pueblos israelí y libanés a una guerra catastrófica y devastadora para los civiles. El canciller israelí, Israel Katz, confirmó la dirección de los planes israelíes: “Estamos muy cerca del momento en que se decida cam­biar las reglas contra Hezbolá y Líbano. En una guerra total, Hezbolá será destruida y Líbano recibirá un duro golpe”.15 Desde los ataques del 7 de octubre de 2023, más de 150 mil personas —60 mil del lado israelí y 95 mil del lado libanés16— han sido desplazadas de sus hogares en esta zona fronteriza.

No sería la primera vez que Israel pretende acabar con Hezbolá. Desde su fundación en 1982, Hezbolá ha operado con el apoyo de Irán y Siria para sacar a las tropas israelíes de Líbano. Esta pugna derivó en el episodio conocido como la Guerra de Líbano o Guerra de los 33 días en el verano de 2006, cuando el ejército israelí se enfrentó al brazo armado de Hezbolá. En ese entonces, el ex primer ministro Ehud Olmert aseguró que Israel lograría eliminar completa y definitivamente a la organización libanesa. La reapertura de este frente militar no sólo devastaría a la población de la zona fronteriza, también podría significar la entrada de otros estados en el conflicto con Israel. Así lo advirtió Martin Griffiths, coordinador humanitario de la ONU, durante una conferencia de prensa en Ginebra en la que expresó que una guerra en el sur de Líbano, “el punto más álgido de todos los focos de conflicto” podría atraer la participación de Siria y conducir hacia un panorama “potencialmente apocalíptico”.17

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, declaró que dejarían de lanzar misiles y enviar drones a Haifa, ciudad fronteriza israelí, únicamente si se interrumpen las operaciones bélicas en la Franja de Gaza. En un discurso pronunciado el 3 de noviembre de 2023,18 Nasrallah también cuestionó la suposición occidental de que Irán dirige a los movimientos de la resistencia islámica: “Algunas personas no pueden comprender esta realidad: las decisiones de los movimientos de resistencia pertenecen a los líderes de los movimientos de resistencia. Desde el Imam Jomeini hasta Su Eminencia el Imam Jamenei, la República Islámica de Irán ha apoyado públicamente a los movimientos de resistencia en el Líbano, Palestina y la región, pero no ejerce ninguna forma de tutela sobre ellos, sus líderes o sus decisiones”. También dijo que la potencial escalada bélica de Israel en Líbano es “una ambigüedad estratégica”, pero que su organización está preparada: “Todas las opciones están sobre la mesa y podemos tomar cualquier decisión en cualquier momento”. Al cierre de su discurso, Nasrallah dedicó unas palabras a Estados Unidos: “Israel está bajo su tutela. Ustedes, los estadounidenses, pueden poner fin a la agresión contra Gaza porque es su agresión. Si estalla una guerra en la región, sus intereses, sus soldados y sus barcos serán los primeros en pagar el precio de la guerra, las principales víctimas”.

Irán también se pronunció enfáticamente a través de las redes sociales de su misión en la ONU: “Aunque Irán considera que la propaganda del régimen sionista sobre su intención de atacar Líbano es una estrategia de guerra psicológica, si [Israel] se lanza en una agresión militar a gran escala, se producirá una guerra devastadora. Todas las opciones, incluida la plena implicación de todos los miembros del eje de la resistencia, están sobre la mesa”.19

Las ambiciones expansionistas de Israel sobre territorios palestinos, jordanos, libaneses, sirios y egipcios no son novedad, han sucitado conflictos en toda la región y en diversos niveles políticos desde la creación del estado sionista hace más de 70 años.20 Desde los ataques de octubre de 2023, Cisjordania, donde viven 3 millones de personas, se ha vuelto uno de los núcleos del conflicto, pues el gobierno de Israel aceleró el desplazamiento violento de los residentes y la construcción de asentamientos ilegales en las áreas ocupadas: Amnistía Internacional estima que hay unos 240 mil israelíes viviendo en asentamientos en Jerusalén del Este y otros 450 mil en Cisjordania, resguardados por 645 puestos de control permanente que obstaculizan o impiden el paso de la población palestina.21 El ministerio de Vivienda de Israel ha creado programas subvencionados para combatir la crisis inmobiliaria estableciendo un sistema para alentar a los israelíes a trasladarse a los asentamientos ilegales, declarados por el gobierno de Israel como “terrenos estatales”. El año pasado fue el más mortífero en esta zona desde 2005: fueron asesinados 493 palestinos, en su mayoría civiles, incluidos 110 niños, y 12 mil 500 resultaron heridos en las operaciones contra supuestos grupos armados en las ciudades de Yenín y Nablús.22

El conflicto en el frente norte continúa escalando: el sábado 27 de julio un cohete impactó en los Altos del Golán (Israel), matando a 12 niños y jóvenes e hiriendo a docenas de personas. Hezbolá negó rotundamente haber sido responsable del bombardeo. No obstante, Israel respondió atacando Beirut, capital del Líbano, con el objetivo de eliminar a un comandante de Hezbolá presuntamente responsable de la embestida en los Altos del Golán.23

El conflicto también podría intensificarse a raíz del asesinato del principal líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, ocurrido el pasado 30 de julio en la ciudad de Teherán. Haniyeh había asistido a la asunción del nuevo presidente de Irán, celebrada un día antes de que el establecimiento en que se alojaba fuera atacado. Hasta el momento ningún actor se ha declarado responsable del homicidio, pero la operación es un tipo de “asesinato selectivo” que pocos países tienen capacidad de realizar. Hamás e Irán culparon a Israel por los hechos y prometieron represalias.24

Cambios en los círculos aliados de Israel

El exdirector del Mossad, Danny Yatom, explicó en una entrevista25 que la política exterior de Israel se basa en una doctrina de círculos: la idea es confinar y contener a los territorios enemigos rodeándolos con naciones aliadas al estado sionista. Considerando las posturas recientes de varios países históricamente aliados de Israel, parece que esos círculos estratégicos se desdibujan en un cambiante escenario internacional. Un claro ejemplo de ello es el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de los gobiernos de España, Irlanda y Noruega, una decisión que defendieron como paso necesario para la solución del conflicto en Medio Oriente. Es de esperarse que otras naciones de la Unión Europea,26 como Eslovenia y Malta, avancen en la misma dirección o que fuerzas internas ejerzan presión para que sus administraciones se pronuncien en un sentido similar. Tal es el caso de Francia, cuyo ministro de Exteriores, Stéphane Séjourné, se vio obligado a argumentar que el reconocimiento de Palestina “no es un tabú”, pero que debe hacerse en el momento adecuado para generar un “impacto real”.27

Uno de los sucesos más importantes a nivel internacional en esta misma ruta fue la demanda que Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ)28 el 29 de diciembre de 2023. En ella se alegó que Israel está violando la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 en su avance hacia la destrucción total de la población palestina, y se solicitó al tribunal expedir “medidas provisionales” —la suspensión inmediata de las operaciones militares de Israel en Gaza y disposiciones para impedir la destrucción y garantizar la conservación de las pruebas relacionadas con el caso— “con carácter de extrema urgencia” a fin de proteger al pueblo palestino.29 A mediados de enero de este año, la CIJ resolvió el caso y proclamó una serie de medidas de carácter humanitario —aunque no vinculantes— omitiendo referirse al cese de las operaciones militares israelíes.30 Israel calificó el fallo de “antisemita”. Varias naciones de distintas latitudes expresaron su respaldo a la denuncia de Sudáfrica y algunas solicitaron formalmente al tribunal fungir como litigantes para presentar alegatos sobre su posición en el conflicto.

Divisiones al interior de Israel

En términos internos, los principales grupos políticos en el gobierno de Tel Aviv han pasado por tensos desacuerdos en los últimos meses. Netanhayu lidera un gobierno de coalición conformado por seis partidos y, a grandes rasgos, tres fuerzas políticas: la extrema derecha está representada por los partidos Sionismo Religioso, Poder Judío y Noam, los cuales abogan por la ocupación total de la Franza de Gaza y Cisjordania y la eliminación de Hamás a cualquier costo; los dos partidos ultraortodoxos, el sefardí Shas y el askenazí Judaísmo Unido de la Torá, se han alineado con la extrema derecha sionista, respaldando su proyecto de expansión; finalmente, en el partido conservador Likud, presidido por Netanyahu, hay quienes apoyan las iniciativas de cese al fuego propuestas por el gobierno de Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU, como el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y quienes se acercan más al extremismo de derecha, como el propio Netanyahu. El primer ministro ha intentado mediar la constante presión de las fuerzas políticas internas y la que ejercen al exterior los países aliados, que empujan por un fin del conflicto bélico. Cabe mencionar que la inclinación derechista del actual gobierno expresa una creciente afinidad de la población israelí con la derecha: según una investigación del Instituto Israelí para la Democracia, hace 20 años un 40% de los judíos israelíes se identificaban con la derecha y otro 40% con la izquierda; en el presente, un 62% se considera de derecha y tan solo 12% se dice de izquierda.31

En las últimas semanas también ha habido fricciones entre el gobierno y el Ejército de Israel. En junio de este año, el contralmirante Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, declaró que la idea de eliminar por completo a Hamás, tan repetida en la retórica del gobierno, no es más que una ilusión, un engaño público: “La idea de que es posible destruir a Hamás, de que es posible desaparecerlos, es arrojar arena a los ojos de la opinión pública”.32 Sus palabras, que además denunciaron la falta de un programa de gobernanza en los territorios ocupados, irritaron al círculo del primer ministro. Sin embargo, Hagari también expresó una visión ampliamente compartida que bien puede alimentar un plan de colonización: “Hamás es una idea profundamente arraigada en los corazones de los residentes de Gaza. Para sustituir a los que se ocupan de los servicios civiles y distribuyen o roban alimentos, hay que establecer otra cosa”. El militar aclaró que la última palabra al respecto será del gobierno: “Esta es una decisión del escalón político y el Ejército la aplicará”.

El ala de extrema derecha de Israel se ha opuesto a cualquier pausa o cese del fuego en la Franja de Gaza. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, del partido Sionismo Religioso, incluso descalificó públicamente al ministro de Defensa, Gallant, por ordenar la aplicación de “pausas tácticas” en el territorio palestino con el visto bueno de Estados Unidos, luego del ataque contra un campo de refugiados en Rafah que dejó un saldo de 45 muertos y más de 200 heridos, en su mayoría niños y mujeres, en mayo de este año. Ben- Gvir declaró que quien tomó esa decisión “es un malvado y un tonto que no debería continuar en su cargo”.33 Ben-Gvir es un líder ultranacionalista y antiárabe, férreo opositor de los Acuerdos de Oslo pactados en 1993 entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina con el fin de solucionar de forma permanente el conflicto armado. Este ministro ha promovido la ocupación total de la Franja de Gaza mediante asentamientos judíos que proliferarían, a su decir, a la par de una “transferencia voluntaria” de los habitantes palestinos a territorios fuera de Gaza. “Si realmente vemos emigración, con cientos de miles de personas que se van, podemos traer más y más gente. Estaré muy feliz de vivir en Gaza”, afirmó.34

Por otro lado, la sociedad crítica del gobierno ha hecho oír su voz: todos los sábados desde octubre de 2023, se han organizado movilizaciones masivas de oposición en Tel Aviv y otras ciudades de Israel.35 Las demandas principales de los manifestantes son la renuncia del primer ministro, el llamado a elecciones anticipadas y la firma de un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes retenidos en Gaza. Cabe mencionar que los israelíes tienen poca confianza en el liderazgo político del país: en diciembre de 2023, sólo un 23% de los judíos israelíes dijo confiar en el gobierno.36 Según una encuesta realizada en febrero de 2024, la mayor parte de la población (51%) considera improbable la “victoria absoluta” de Israel en Gaza que Netanyahu dice buscar —no obstante, es notable que casi el 40% opine que es sí probable lograrlo—.37

A pesar de las divisiones políticas al interior de Israel, es importante subrayar que las pugnas se expresan fronteras adentro; en respuesta a la crítica foránea, Israel se ha defendido como bloque. Un ejemplo claro de esto ocurrió tras conocerse la orden de detención contra el primer ministro israelí y el titular de Defensa, Gallant, que la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) de la Haya solicitó el 20 de mayo de 2024. Incluso Yair Lapid, ex primer ministro de Israel, líder de la oposición y abiertamente enemigo de Netanyahu, calificó de “imperdonable” la postura del organismo.38 Del mismo modo se expresó el presidente, Isaac Herzog, una figura del partido laborista israelí que se ha caracterizado por buscar consensos desde la izquierda, quien juzgó de “indignante” la orden del tribunal internacional y la consideró una “muestra de que el sistema judicial internacional está en riesgo de venirse abajo”.39

América Latina y el Caribe en torno al conflicto Israel-Palestina: actualidad e historia de sus posicionamientos

La situación en Medio Oriente ha producido tensiones en nuestra región, tanto por los vínculos históricos, diplomáticos y comerciales con las naciones implicadas, como por las olas migratorias que han llegado a nuestro continente. Naturalmente, la relación con Israel y Palestina también está atravesada por la agenda de Estados Unidos en ambas regiones, un triángulo que ha configurado alianzas y antagonismos. Esto ha sido especialmente nítido en el papel que Israel ha jugado en materia de seguridad y defensa en nuestro continente. Fue, por ejemplo, una pieza importante del Plan Cóndor, operación de represión y terrorismo político orquestada por Es­tados Unidos y oficialmente lanzada en 1975 contra fuerzas de oposición en América del Sur. Israel acompañó el respaldo estadounidense a ciertos gobiernos de la región, proyectando su complejo armamentístico, público y privado, y suministrando inteligencia y entrenamiento militar a los países que pidieron su apoyo.40 Como se verá, Israel ha sido un poder complementario al de Estados Unidos en América Latina y en varios casos pasó a sustituir al gigante norteamericano como proveedor de armamento e inteligencia, no pocas veces destinados a la represión política o la contrainsurgencia. Recordemos que una de las misiones del Mossad, agencia de inteligencia y brazo fundamental de la diplomacia israelí en el mundo, es la lucha contra el “terrorismo internacional”, un término que se ha utilizado con conveniente ambigüedad para justificar la violencia extrema y la intervención internacional tanto en América Latina como en el Medio Oriente. La adopción de la retórica antiterrorista en varios países de nuestra región es una de las manifestaciones actuales de este triángulo político.

Para entender y delinear el posicionamiento de los países en América Latina y el Caribe ante el conflicto en Medio Oriente, investigamos los siguientes aspectos: el reconocimiento oficial, si lo ha habido, de los estados de Palestina e Israel; las declaraciones de los gobiernos frente a los ataques del 7 de octubre y las posteriores ofensivas de las fuerzas israelíes sobre Gaza; la ubicación de las embajadas latinoamericanas —especialmente la representación diplomática en Israel, pues establecer la embajada en Jerusalén, en vez de en Tel Aviv, significa reconocer como legítimo el reclamo de Israel sobre ese territorio—; reconstruimos la historia y los cambios en los vínculos diplomáticos y comerciales, donde sobresalen los sectores de defensa e inteligencia; y, finalmente, analizamos si hay indicios inequívocos, más allá del discurso público, de alineamientos o rupturas en las relaciones bilaterales con Palestina e Israel durante los últimos meses.

En términos generales, los países de América Latina y el Caribe se pueden agrupar en tres categorías según su posicionamiento y reacciones recientes ante el conflicto en Medio Oriente: primero están las naciones que reprueban abiertamente los actos de Israel, entre las que se encuentran Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Cuba y recientemente Colombia. En un segundo grupo están los países que tienen nexos directos y significativos con Israel, como Guatemala, Argentina o República Dominicana, que han condenado públicamente los ataques terroristas de Hamás y en contraste han dicho poco sobre la subsecuente ofensiva israelí. Finalmente, el tercer grupo reúne naciones que han expresado su rechazo tanto a los atentados de Hamás como a los crímenes perpetrados por las Fuerzas de Defensa de Israel; entre ellas se encuentran México y Brasil. En las siguientes secciones exploramos con más detalle varios casos emblemáticos de cada grupo.

Cuba

Cuba representa un caso extremo en la región por su histórico alejamiento de Israel. La isla votó en contra de la repartición del Mandato de Palestina que dio paso a la creación de dicho Estado. Aunque después sostuvo relaciones diplomáticas con ese país, en 1973 Cuba se convirtió en la primera nación del continente americano en romperlas, un movimiento estratégico en la alianza cubana con los países árabes. Ese año, Cuba apoyó con armamento a Siria y a Egipto en su choque con Israel durante la guerra del Yom Kipur. La alineación de Cuba con los países árabes y su antagonismo con Estados Unidos cerró toda posibilidad de recuperar el diálogo con Israel y el vínculo diplomático nunca se restableció. En junio de este año, el canciller cubano Bruno Rodríguez anunció que Cuba participaría como Tercer Estado en la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia.

Bolivia

Bolivia también ha mantenido su distancia de Israel, pasando por varios episodios de franca ruptura. A finales de octubre de 2023, a raíz de los sucesos en Gaza, el gobierno boliviano rompió relaciones diplomáticas con Israel, según el comunicado de la cancillería, en “repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza y amenaza la paz y la seguridad internacionales”.41 Ya en 2009 Evo Morales había roto el vínculo diplomático en respuesta a los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza y en sintonía con la postura de Venezuela. El gobierno ilegítimo de Jeanine Añez lo restauró en 2019.

Bolivia es de los pocos países de la región que ha logrado sostener una postura autónoma y resistir, al menos hasta ahora, las multidimensionales presiones estadounidenses. Estableció, por ejemplo, acuerdos con Rusia y China sobre un recurso estratégico: el litio. En el ámbito militar, en julio de 2023 Bolivia firmó un Memorando de Entendimiento con el gobierno de Irán para cooperación científica, de seguridad y defensa. Aunque no se conocen los detalles de este acuerdo, la noticia ya ha tenido impacto internacional: la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, denunció la presencia de fuerzas iraníes en Bolivia42 y la BBC publicó una alarmante nota enfatizando la posible transferencia de drones.43 A pesar de las pugnas internas entre el actual presidente, Luis Arce, y el sector liderado por Evo Morales, en este ámbito puede afirmarse que la clase política boliviana ha sostenido una política exterior uniforme.

Venezuela

Venezuela votó en 1949 a favor de la resolución de la ONU con la que nació el Estado de Israel; hoy su relación con este país es de abierta enemistad. Venezuela ha expulsado en dos ocasiones al embajador israelí de su territorio: en 2006 por la guerra del Líbano, en la que el ejército israelí enfrentó a las fuerzas de Hezbolá, y en 2009, en respuesta al conflicto en la Franja de Gaza. Desde ese año no se han restablecido los vínculos diplomáticos con Israel. En cambio, el 27 abril de 2009, Nicolás Maduro, entonces canciller de Venezuela, se reunió en Caracas con el ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina y se establecieron relaciones diplomáticas formales. En 2010 Hugo Chávez calificó al Estado de Israel de “terrorista y asesino”, además de cómplice y aliado de Estados Unidos. Una década después, el 27 de enero de 2019, en manifiesta oposición al régimen de herencia chavista, el primer ministro israelí Netanyahu reconoció al entonces presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como presidente interino. Por su parte, Guaidó expresó su voluntad de trasladar la embajada de Venezuela en Israel a Jerusalén, alineándose con los intereses territoriales de Israel y con la agenda de Washington.

Es importante recordar que Venezuela mantiene fluidas relaciones con Irán, principal oponente geopolítico de Israel. En 2022 Maduro visitó el país y formó un pacto de cooperación en los sectores petrolero, petroquímico y de defensa, con vigencia de 20 años. Esta colaboración, que incluye vinculaciones militares, ha intensificado la hostilidad tanto de Israel como de Estados Unidos hacia Venezuela. En 2023, el expresidente iraní Ebrahim Raisi, recientemente fallecido, realizó una gira por Cuba, Nicaragua y Venezuela, durante la cual firmó junto con Maduro acuerdos de cooperación en materia de ciencia, minería, tecnología y defensa que profundiza la relación estratégica entre estas naciones.

Colombia

En 1947, Colombia se abstuvo de votar en las Naciones Unidas sobre la partición de Palestina. Esta decisión inauguró la denominada “Doctrina López”, en reconocimiento al entonces embajador colombiano ante la ONU, Alfonso López Pumarejo, que consistió “en mantener un equilibrio sensato ante las decisiones apresuradas que se estaban tomando en las Naciones Unidas, en particular en el Consejo de Seguridad, relacionadas con el tema de la partición de la Palestina Histórica y la creación sobre su suelo del Estado de Israel”.44 Colombia establece relaciones diplomáticas con Israel en 1957 y desde 1969 comienza una etapa de acercamiento al Estado judío, rompiendo la doctrina de relativa neutralidad que antes tenía. Los vínculos comerciales entre ambos países, especialmente en el ámbito militar y energético, se mantuvieron con algunos vaivenes a lo largo de varias décadas —el reciente decreto que interrumpe la exportación de carbón colombiano a Israel es un evento atípico en la historia de las relaciones bilaterales.

Colombia reconoció formalmente al Estado de Palestina en 2018 por iniciativa del entonces presidente Juan Manuel Santos. La actual administración mostró interés en propiciar el vínculo con Palestina estableciendo una embajada colombiana en Ramala, como han hecho Brasil, México y Chile. Pero ese proyecto es por ahora inviable, pues según los Acuerdos de Oslo de 1993, Israel tiene que dar su aval para la llegada de nuevas misiones diplomáticas a Cisjordania. La relación entre el presidente Gustavo Petro y Netanyahu ha sido pésima desde el principio y ha llegado a puntos de ruptura diplomática y quiebre comercial. En contraste, el acercamiento a Palestina tuvo frutos notables en septiembre del año pasado con la firma de cuatro acuerdos que abrieron la cooperación en materia de capacitación técnica en agricultura y salud, oportunidades de intercambios académicos y estudiantiles, y que, además, eliminaron el requerimiento de visado diplomático a funcionarios a fin de facilitar y profundizar el diálogo político entre ambas naciones.45

La postura actual de Colombia diverge de su historia de alineación política y cooperación con Israel, marcada también por su cercana relación con Estados Unidos. Y es que, si Israel es el aliado central de Estados Unidos en Medio Oriente, Colombia lo ha sido en América Latina. El triángulo asimétrico de poder entre los tres países sirvió para fortalecer la hegemonía estadounidense en ambas regiones y para respaldar el poder autoritario de algunos gobiernos latinoamericanos. Según la investigación del periodista Alberto Donadio,46 el “genocidio político” colombiano que entre 1984 y 2002 cobró más de seis mil vidas fue planificado, bajo órdenes del expresidente Virgilio Barco, por el agente israelí Rafael Rafi Eitan —uno de los espías más famosos en la historia de Israel—.47 Rafi Eitan dirigió en Buenos Aires la operación para capturar al “arquitecto del Holocausto”, Adolf Eichmann, el 11 de mayo de 1960, y participó en la cacería de los palestinos que atacaron a atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de 1972. Barco habría contratado en secreto a Rafi Eitan para que lo ayudara a destruir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de modo que Eitan y un grupo de israelíes formados en la misma escuela instruyeron a las fuerzas contrainsurgentes financiadas por la empresa colombiana Eco­petrol.48 Carlos Castaño Gil, líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (UIC), admitió haber recibido entrenamiento en las tácticas paramilitares israelíes para perseguir y asesinar a los miembros del partido izquierdista Unión Patriótica (UP). Según indican los cables diplomáticos estadounidenses filtrados por WikiLeaks, luego de esta operación conjunta de exterminio, la relación entre Colombia e Israel volvió a estrecharse con el Plan Colombia y la importación del concepto “guerra contra el terrorismo” (o “narcoterrorismo”), especialmente relevante tras el ataque a las Torres Gemelas en 2001.49 El plan de combate a las supuestas organizaciones terroristas incluyó nuevamente los servicios de Israel.

A pesar del presente antagonismo entre Petro y el Estado judío, Colombia e Israel sostienen vínculos comerciales significativos. Desde el 2020 está en vigencia un Tratado de Libre Comercio que retiró los aranceles de casi todos los productos intercambiados. Según datos oficiales, el 90% de las exportaciones colombianas al país de Medio Oriente, con un valor aproximado de 300 millones de dólares, consisten en carbón. Colombia es el mayor proveedor de este combustible fósil para la energética estatal israelí con sede en la ciudad portuaria de Haifa. Las importaciones que entran a Colombia desde Israel —equivalentes a unos 100 millones de dólares— consisten principalmente en tecnología israelí.50 El flujo de productos militares hacia el país sudamericano es notable, especialmente a raíz del Memorando de Entendimiento firmado en 2003 que comprende la transferencia israelí de armas y equipos para la industria militar. Entre ellos destacan la flota de 24 aviones de combate KFIR, con mantenimiento y soporte logístico israelí incluido; el sistema de misiles Barak, bajo un contrato de 131 millones de dólares vigente hasta 2026; y los fusiles Galil calibre 5.56 mm —Colombia también adquirió derechos para su fabricación y comercialización—.

Dos días después de los ataques sobre Israel del 7 de oc­tubre, el ministro de Defensa israelí ordenó un bloqueo total a Gaza y caracterizó a los palestinos como animales. En respuesta, el presidente Petro publicó un tuit comparando las acciones de Israel con el nazismo, lo cual llevó a una ruptura diplomática. Desde entonces han habido constantes amenazas de que se detendría el comercio bilateral. Hace ya varias semanas, el ministro de Defensa de Colombia, Iván Velázquez, precisó que la dependencia estaba procurando diversificar sus proveedores para no depender de las transferencias militares de Israel. Finalmente, el 18 de agosto del presente año, Petro firmó un decreto del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que prohíbe la exportación de carbón a Israel, lo cual repercute directamente en el abastecimiento de la central energética en Haifa. No obstante, el decreto precisa que las sociedades de comercialización internacional que ya hubieran expedido un certificado al proveedor y los negocios de intercambio jurídicamente consolidados antes de la entrada en vigor del decreto quedan libres de esta restricción. Un día después, a través de sus redes sociales, el mandatario colombiano invitó al gobierno de Suiza a seguir su ejemplo y cortar el suministro de carbón al Estado de Israel.51

Chile

Chile reconoció oficialmente al Estado de Israel en 1949. Desde entonces, la relación entre estos países ha pasado tanto por momentos tensos como por periodos de cercanía. Por ejemplo, un punto de conflicto fue cuando en 1962 la Corte Suprema de Chile se negó a la extradición de Walter Rauff, acusado de crímenes de guerra por el Centro Simon Wiesenthal, institución célebre por su trabajo en la “cacería de nazis”. La máxima corte chilena decidió que los crímenes habían prescrito y liberó a Rauff. Sin embargo, Israel tuvo un papel protagónico en el apoyo armamentístico durante la dictadura de Augusto Pinochet. En 1975 una delegación israelí liderada por Nahum Admony, director del Mossad de ese momento, se entrevistó con Manuel Contreras, director de la agencia de Inteligencia Nacional chilena (DINA), para intercambiar una cabeza de misil antibuques exocet por entrenamiento israelí a los servicios de seguridad chilenos. Un año después, el Congreso de Estados Unidos impulsó un embargo de armas a Chile, al que luego se unieron Gran Bretaña y Francia; según cables de la embajada estadounidense en Chile, Israel se convirtió entonces en el principal proveedor de armas y entrenamiento militar del país andino.52

En cuanto al comercio bilateral, Israel es hoy el segundo mayor socio comercial de Chile en Medio Oriente, después de los Emiratos Árabes Unidos, aunque la balanza comercial es bastante modesta —no supera los 250 millones de dólares—.53 En mayo de 2023 el embajador de Chile en Israel, Jorge Carvajal, inauguró una serie de reuniones de negocios entre representantes de empresas chilenas e israelíes, compuesta de tres mesas temáticas sobre informática, comercio minorista y salud. El evento fue organizado por el Instituto de Exportación de Israel y la Cámara de Comercio de Santiago.54

Por otro lado, Chile ha mantenido una política amistosa hacia Palestina. La nación alberga a la comunidad palestina más grande fuera de los países árabes, producto de una migración que comenzó a finales del siglo XIX, cuando palestinos mayormente cristianos escapaban de la Guerra de Crimea (1853-1856); luego hubo una segunda ola migratoria durante el Mandato de Palestina, bajo el dominio inglés. Esta comunidad se estableció en Chile y con el paso de las generaciones consiguió un lugar de reconocimiento en el sector empresarial: las familias Yarur, Sumar, Said, Hirmas o Comandari tienen un papel destacado en distintos sectores de la economía chilena. En 2007, Chile abrió sus puertas a una tercera ola migratoria cuando accedió, por intermediación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a recibir a palestinos provenientes de Irak en el marco del conflicto bélico iniciado por la invasión estadounidense en 2003. En la actualidad, la población de origen palestino en Chile asciende a 400 mil personas,55 una comunidad con visibilidad que ha podido proyectar sus demandas respecto al conflicto territorial en Medio Oriente en el espacio público chileno.

Las relaciones diplomáticas entre Chile y Palestina comenzaron en 1990 con la apertura en Chile de una “Oficina de Información” de la Organización para la Liberación de Palestina. En 1994, con la formación de la Autoridad Nacional Palestina, dicha Oficina se convirtió en la “Representación de Palestina en Chile”. Poco después, Chile se volvió el primer país latinoamericano en abrir una representación diplomática ante la Autoridad Nacional Palestina en la ciudad de Ramala, en abril de 1998. Finalmente, Chile reconoció al Estado de Palestina en 2011 y la Representación de Palestina adquirió la categoría de Embajada.

Tras la Operación Diluvio del 7 de octubre de 2023 —en la cual murió un ciudadano chileno— el gobierno de Gabriel Boric, a través de la Cancillería, condenó los ataques de Hamás y llamó a “evitar una escalada que provoque mayores daños y sufrimientos a la población civil”.56 Pero la postura del gobierno fue moviéndose hacia una crítica severa de la ofensiva israelí: “Nunca dejemos de sorprendernos e indignarnos por la barbarie que está llevando a cabo el Gobierno israelí en Gaza”, afirmó Boric en abril, haciendo hincapié en la muerte de más de 34 mil palestinos, hasta ese entonces, y designando los bombardeos en la Franja de Gaza como un “castigo colectivo a la población civil en Gaza”.57 En febrero de 2024, se negó a varias empresas israelíes la participación en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) y, dos meses después, el agregado militar de Israel fue retirado de Chile. Finalmente, en el acto de rendición de cuentas ante el Congreso chileno, en junio de 2024, el presidente Boric anunció que Chile se sumará a la demanda por genocidio que presentó Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Guatemala

Otros países han seguido la tendencia opuesta, estableciendo vínculos fuertes con Israel y volviéndolos un eje de su política exterior. Tal es el caso de Guatemala, que ha tenido lazos estrechos y continuos con el estado sionista hasta la actualidad, aunque con algunas variaciones. Guatemala fue el segundo país, después de Estados Unidos, en votar en las Naciones Unidas a favor de la creación de Israel en noviembre de 1947. Desde 1956 tiene una sede diplomática en aquel Estado y trabaja con el departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Exteriores Israelí (MASHAV). La relación comercial ha sido particularmente importante en el sector militar. En los ochentas, los gobiernos militares guatemaltecos aprovecharon el envío de armamento israelí y el entrenamiento de cuadros del ejército para llevar a cabo el genocidio contrainsurgente de la población maya. El dictador Efraín Ríos Montt llegó a declarar que su golpe fue exitoso gracias a que “nuestros soldados fueron entrenados por israelíes”.58 Esta imbricación entre ambas naciones se concretó cuando el entonces presidente Jimmy Carter retiró el apoyo de Estados Unidos al gobierno guatemalteco en el contexto de una larga guerra civil, tras lo cual Israel pasó a suplir al país norteamericano como proveedor de armamento, inteligencia y formación militar para Guatemala.

En materia de cooperación económica, Guatemala e Israel firmaron en septiembre de 2022, en Jerusalén, un Tratado de Libre Comercio para ampliar el intercambio bilateral con reducciones arancelarias mutuas. A partir de esto, Guatemala exporta café, cardamomo, plátano y otros frutos, mientras que Israel provee tecnología, especialmente agrícola, productos farmacéuticos y plásticos. Según declaró la ministra de Economía e Industria israelí, Orna Barbivai, “el Tratado de Libre Comercio con Guatemala tiene una triple importancia: la ayuda a la exportación israelí, la reducción del costo de vida, y el fortalecimiento del estatus de Israel en el seno de las naciones de América Latina”.59

Guatemala fue el segundo país latinoamericano, luego de Honduras, en trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén en diciembre de 2017. Luego de los ataques del 7 de octubre de 2023, su entonces presidente Alejandro Giammattei expresó a través de redes sociales su apoyo a Israel. El actual presidente, Bernardo Arévalo, fue embajador de Guatemala en aquel Estado, donde vivió y estudió por más de diez años. Con todo, Guatemala recientemente votó junto con otros 142 países a favor de la integración de Palestina a las Naciones Unidas. Sin embargo, el gobierno recibió fuertes críticas del bloque político de derecha Visión con Valores (VIVA), de diversos medios de comunicación y de la Alianza Evangélica,60 pues se considera que con este voto Guatemala está desconociendo 77 años de relación amistosa con Israel. El gobierno ha declarado su posición pacifista frente al conflicto en Medio Oriente, pero aún está por verse si Arévalo y su cancillería moverán la embajada en Jerusalén de vuelta a Tel Aviv, como anunció el presidente durante su campaña electoral.61

Argentina

La política migratoria argentina, de una apertura manifiesta en el texto constitucional,62 convirtió al país sudamericano en un destino atractivo para inmigrantes judíos europeos desde finales del siglo XIX. Los inmigrantes se asentaron tanto en centros urbanos como en el campo, dando lugar a la figura del gaucho judío, y conformando una de las comunidades judías más grandes del mundo, de aproximadamente 200 mil personas.63 Argentina fue uno de los primeros países en reconocer la existencia del Estado de Israel durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en 1949. Actualmente las dos naciones sostienen relaciones comerciales sólidas y, bajo la presidencia de Javier Milei, una clara alianza internacional.

Las relaciones entre Argentina e Israel se estrecharon a raíz de dos atentados perpetrados contra la comunidad judía durante la presidencia de Carlos Saúl Menem: el ataque a la Embajada de Israel en 1992, con un saldo de 22 muertos y más de 200 heridos, y el ocurrido en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el cual dejó 85 muertos y alrededor de 300 heridos. Estos incidentes desataron conflictos internos en torno a la Secretaría de Inteligencia del Estado, el Poder Judicial y la élite política argentina por el manejo de los casos. Tras estos acontecimientos, Argentina e Israel afirmaron su unidad en la lucha histórica por los derechos humanos del pueblo judío y por las víctimas de la violencia antisemita; al mismo tiempo, el concepto de “terrorismo internacional” se incorporó en el discurso de seguridad y defensa de Argentina.

Los lazos en el ámbito armamentístico se establecieron entre los dos estados hace cuarenta años: Israel suministró armamento antes y durante la guerra de las Malvinas (1982) y a largo de la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983).64 En 2016, la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, importó una flotilla de Shaldag MK II, naves patrulleras de alta velocidad diseñadas por Israel para el combate al terrorismo y el contrabando, fabricadas en el astillero Shipyards Ltd. Las lanchas se adquirieron de manera directa, en violación a las normas de compras y contrataciones de Argentina.65

El país estaba en periodo de campañas electorales cuando ocurrieron los ataques del 7 de octubre del año pasado. Tanto los candidatos peronistas como los liberales, que luego ganaron la contienda, expresaron su apoyo a Israel y pidieron la liberación de las personas secuestradas por Hamás. Además, el entonces presidente Alberto Fernández presentó una solicitud publicada en distintos medios e idiomas exigiendo la liberación de los rehenes, entre los que se encontraban ciudadanos argentinos, 11 de los cuales ya fueron liberados.

No obstante la larga relación con Israel, Argentina en general había seguido una política exterior de neutralidad ante los conflictos internacionales, un rumbo que el presidente Milei ha decidido abandonar, lo mismo en lo relativo a la guerra en Ucrania que respecto al conflicto en Medio Oriente. Milei ha sido más que transparente en su simpatía por el Estado de Israel y sus vínculos con la comunidad judía —tanto que la organización judía Jabad Lubavitch, que tiene su sede central en Nueva York y cuenta con presencia en más de cien países, le otorgó la distinción de “Embajador Internacional de la Luz”—. Milei ha manifestado esta afinidad de múltiples formas: su primer viaje oficial como presidente de Argentina fue a Israel; muchas de sus publicaciones en redes sociales son escritas directamente en idioma hebreo; ha hecho apariciones públicas con la bandera de Israel, una manifestación sin precedentes en la historia argentina y que emulan el alineamiento enfático de personajes como Jair Bolsonaro o Donald Trump con el Estado sionista. Incluso se ha sugerido que el Mossad o empresas privadas cercanas al organismo de inteligencia y seguridad israelí forman parte de la seguridad privada de Milei.66

A finales de junio de 2024, Axel Wahnish, quien fuera el rabino personal de Javier Milei (en proceso de conversión al judaísmo), tomó posesión como embajador en Israel. Según trascendió en medios de comunicación, la canciller Diana Mondino comenzó a preparar el traslado de la embajada argentina a Jerusalén, tal como prometió Milei en su campaña, pero la iniciativa sufrió un revés por sus posibles implicaciones sobre el conflicto en las Islas Malvinas, pues ambos son territorios en disputa. Además, Argentina fue el único país de la región que votó en contra de la adhesión de Palestina como Estado miembro a la ONU en junio pasado. Luego de los ataques de Irán con drones y misiles a Israel, en abril de este año, el vocero presidencial declaró: “Argentina respalda enfáticamente al Estado de Israel en la defensa de su soberanía”.67 El embajador israelí en Argentina, Eyal Sela, estuvo presente durante la conferencia de prensa y agradeció al gobierno argentino en nombre del primer ministro y el presidente de Israel. Recientemente, Milei se negó a asistir a una reunión organizada con 19 embajadores y representantes de la comunidad islámica en el Centro Islámico Argentino porque entre ellos se encontraba el embajador de Palestina.68 El presidente, en resumidas cuentas, ha volcado su afinidad por Israel en la política exterior como nunca antes se había visto en ese país.

Brasil

En 1947, cuando se discutió el plan de partición de Palestina para crear el Estado de Israel, Brasil ostentaba la presidencia de las Naciones Unidas y contribuyó a la aprobación del plan. Sus relaciones diplomáticas con Israel comenzaron dos años después. Históricamente, Brasil ha mantenido su postura por una solución del conflicto con Palestina contemplando la coexistencia de los dos estados con fronteras pactadas y reconocidas internacionalmente.69

La comunidad judía en Brasil, compuesta por unas 100 mil personas, es la décima más grande del mundo y la segunda mayor de Sudamérica,70 lo cual contribuye a que la relación entre los dos países sea en general fluida y amistosa. La mayor parte de los judíos en Brasil viven en las regiones sur y sureste, principalmente en los estados de São Paulo y Río de Janeiro, aunque también hay concentraciones importantes en ciudades del norte como Belém do Pará. La cooperación bilateral entre Brasil e Israel ha sido bastante activa y diversa. Los intercambios principales se dan en ciencia, tecnología e innovación, comercio y defensa, y se exploran oportunidades de colaboración en materia de recursos hídricos, energía, cooperación espacial e incluso educación. El flujo comercial creció con la celebración del Acuerdo de Libre Comercio entre el bloque de Mercosur e Israel, vigente desde 2010. En 2023, la balanza comercial bilateral cerró en torno a los dos mil mi­llones de dólares; Brasil tuvo un déficit comercial de 690 millones de dólares.71 La nación sudamericana importa de Israel principalmente fertilizantes e insecticidas y productos de la industria de transformación —los dos mayores proyectos de la Fuerza Aérea Brasileña dependen de tecnología israelí— además de armas y municiones. Por su parte, las exportaciones de Brasil hacia Israel consisten en petróleo, carne bovina y soja —en general, el Medio Oriente es un gran importador de alimentos del gigante sudamericano—.

Brasil también tiene vínculos con Palestina que datan de 1975, cuando el gobierno brasileño autorizó el nombramiento de un representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Brasilia. Pero no fue sino hasta 2010 que Brasil reconoció al Estado de Palestina y sus fronteras anteriores a 1967 (año en que el Consejo de Seguridad de la ONU resuelve que Israel debe retirarse de los territorios ocupados de Cisjordania, la Franja de Gaza y el Golán). Desde entonces, Brasil ha apoyado la incorporación de Palestina a los organismos multilaterales. En 2004 se abrió una oficina de representación brasileña en Palestina, en la ciudad de Ramala, y desde 2007 los gobiernos brasileños han enviado ayuda humanitaria a territorios palestinos, sobre todo medicamentos y alimentos, a través de la Autoridad Palestina, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) y el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas. El flujo comercial con Palestina, como es de esperarse, es muy bajo y la balanza comercial es favorable a Brasil.72

Tras la violencia desatada en octubre de 2023, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y otros funcionarios calificaron de “genocidas” las acciones de Israel en la Franja de Gaza, lo cual tensó las relaciones diplomáticas. “El primer ministro de Israel no quiere resolver el problema, quiere aniquilar a los palestinos en cada gesto, en cada acto”, afirmó Lula da Silva en una ronda de entrevistas en el marco de la reunión del G7 en Puglia, Italia, a mediados de junio pasado. También confrontó a Netanyahu haciendo alusión a las resoluciones de la ONU: “Vamos a ver si él cumple la decisión del tribunal internacional. Vamos a ver si él cumple la decisión de la ONU ahora”. De todas las declaraciones del mandatario brasileño sobre el conflicto en Palestina, la de mayor repercusión fue la que hizo en febrero de este año en la 37° cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba, cuando sostuvo que “lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no tiene paralelo en otros momentos históricos; de hecho, sí, lo tuvo cuando Hitler decidió matar a los judíos”. En respuesta, Israel declaró “persona non grata” a Lula da Silva y desde entonces ninguna de las dos naciones tiene destinados embajadores.

A pesar de ello, el ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil aseguró que los vínculos diplomáticos no han sufrido rupturas; debido a que esta tensión política no ha afectado significativamente los puentes de intercambio con Israel. Según especialistas en comercio exterior, los vínculos comerciales, especialmente en tecnología militar, sólo se verían afectados si el conflicto bélico se prolonga indefinidamente.73 Según Michel Alaby, consultor de comercio exterior especializado en Medio Oriente, las declaraciones de Lula pueden ocasionar problemas políticos pero no económicos: los mismos empresarios brasileños han expresado posturas similares, pero no interrumpirán por eso sus operaciones comerciales —a decir del consultor, “hay muchos intereses” de ambos países en juego—.

Buscando que el posicionamiento público del gobierno brasileño se traduzca en acciones concretas de ruptura, a principios de junio legisladores oficialistas presentaron un oficio exigiendo a los ministros de Defensa, José Mucio, y de Relaciones Internacionales, Mauro Vieira, la suspensión de los acuerdos militares entre Brasil e Israel y la interrupción de intercambios comerciales con empresas israelíes, haciendo referencia a la poderosa empresa armamentística Elbit Systems,74 además de un decreto de embargo militar contra Israel. En mayo pasado, el ministro de Defensa pospuso la firma del contrato de compra de 36 vehículos blindados con artillería a Elbit Systems a causa del despliegue bélico de Israel. El oficio de los legisladores también solicitó que Brasil deje de exportar petróleo a Israel, “una de las principales fuentes de suministro de combustible para los tanques y ataques genocidas”.

La oposición bolsonarista, poderoso contrapeso del oficialismo brasileño, se declaró contraria a todas las acciones, discursivas y efectivas, del gobierno de Lula da Silva respecto al conflicto en Medio Oriente. La bancada del Partido Liberal incluso reunió firmas de legisladores para iniciar un proceso de destitución contra el presidente, bajo el argumento de que está exponiendo a Brasil “al riesgo de una guerra”: la iniciativa no prosperó.

Finalmente, un factor relevante en el posicionamiento de Brasil y el destino de sus relaciones con Israel es la fuerza política del evangelismo brasileño, rama del cristianismo que alcanza un tercio de la población y que pregona una lealtad inquebrantable al Estado de Israel. (Ver en este número de Traza Continental la nota: “El pentecostalismo y el Estado de Israel”).

México

México tiene nexos estrechos con Israel desde que lo reconoció como Estado en 1952. La posición estratégica que México tiene para Estados Unidos ha influido en esa cercanía. La población judía en territorio mexicano, de aproximadamente 67 mil personas, es la tercera más grande de la región latinoamericana.75 Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México e Israel en el año 2000, en dos décadas las importaciones mexicanas se duplicaron y las exportaciones se cuadruplicaron.76 Los intercambios son mayormente de tecnología: en 2023, la principal compra de México a Israel consistió en tecnología electrónica por 186 millones de dólares; por su parte, Israel compró a México máquinas y unidades de procesamiento de datos por 19.6 millones de dólares —con una balanza comercial negativa para el país norteamericano por 87 millones de dólares.77

Respecto al conflicto Palestina-Israel, México ha mantenido una postura histórica de solución integral y definitiva bajo la premisa de dos Estados, de conformidad con las resoluciones de Naciones Unidas. México tiene un principio constitucional de solución pacífica de controversias y de no injerencia en conflictos foráneos (Artículo 89 de la Constitución).

Cabe destacar que el gobierno mexicano aún no ha reconocido oficialmente al Estado de Palestina, aunque cuenta con representación diplomática en la ciudad de Ramala, Cisjordania. Históricamente, México se ha acercado a Palestina siguiendo el ritmo global de la creciente simpatía por la causa de este pueblo y también a raíz de que las potencias occidentales han perdido poder de presión internacional y las resoluciones de los organismos multilaterales han cobrado autoridad.78 Desde 2008, México aporta anualmente alrededor de 700 mil dólares a la misión humanitaria de Naciones Unidas (UNWRA); en 2022, el gobierno hizo una contribución adicional de 200 mil dólares en equipo médico a través de Amexcid.79

Desde octubre del año pasado, el discurso del gobierno mexicano se ha ido modificando a medida que se profundizó la ofensiva israelí y la comunidad internacional se movilizó en favor de Palestina. En un inicio, la Cancillería presentó comunicados reafirmando la solución históricamente respaldada por México: la coexistencia de dos Estados bajo lo estipulado por Naciones Unidas. El presidente López Obrador se pronunció “neutral” ante el conflicto; la embajadora israelí Einat Kranz Neiger consideró sus palabras “fuera de lugar”, puesto que, según dijo, “no tomar un lado en este caso es apoyar al terrorismo”.80 López Obrador respondió ratificando la postura pacifista de su administración y deseando el fin de la violencia y la pérdida de vidas humanas, sin importar su nacionalidad (cabe contrastar esta postura con la del ex presidente mexicano Felipe Calderón, cuyo gobierno implementó la “guerra contra el narco” en el sexenio de 2006 a 2012, y quien en octubre de 2023 lanzó en redes sociales un mensaje para “repudiar el terrorismo de Hamás”). Sin embargo, hacia finales de abril la postura del gobierno mexicano dio un giro: la Secretaría de Relaciones Exteriores a cargo de Alicia Bárcena solicitó sumarse a la denuncia en contra de Israel presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. Además, el embajador mexicano ante la ONU, Héctor Vasconcelos y Cruz, reafirmó que México respalda la integración de Palestina como miembro pleno a la ONU, incluso luego de que Estados Unidos vetara la iniciativa en el Consejo de Seguridad.81

Este viraje en el posicionamiento del gobierno mexicano se manifestó un mes después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos diera a México una calificación negativa en su Informe Nacional sobre Prácticas de Derechos Humanos, ante lo cual López Obrador declaró el 24 de abril que “es una manía del gobierno de Estados Unidos entrometerse en la política interna de otros países” y cuestionó la autoridad que este Estado se adjudica mientras “destina miles de millones de dólares para la guerra o para la muerte de personas inocentes”.82 Quizá la descalificación recibida por el gobierno estadounidense, vista además como un acto de profunda hipocresía, fue el catalizador de la movilización de México en favor de Palestina, en el contexto de un alza creciente de las voces internacionales condenando la ofensiva de Israel. En todo caso, estos hechos son otra muestra de la triangulación de las tensiones entre Medio Oriente, América Latina y Estados Unidos. En este sentido, aunque es factible suponer que México pronto reconocerá formalmente a Palestina como Estado —pues de toda América Latina sólo México y Panamá no lo han hecho todavía— una fuente de la Cancillería mexicana comentó que de momento ese movimiento es políticamente inviable por la reacción negativa que provocaría en Washington.

El próximo primero de octubre asumirá la presidencia Claudia Sheinbaum, recientemente electa con el 59.35% de los votos. Además de ser la primera mujer en la historia del país en ostentar el cargo más importante del Ejecutivo, será la primera persona de ascendencia judía a la cabeza del gobierno mexicano; lo cual, según las declaraciones de Sheinbaum, no tiene ningún peso en su identidad: “Conozco de dónde vengo, pero mis padres siempre fueron ateos. Nunca pertenecí a la comunidad judía y crecimos alejados de eso”.83 Desde que comenzó la guerra el año pasado, Sheinbaum se pronunció en contra de los ataques a civiles y adelantó que continuaría con la postura histórica de México de apoyar una solución de dos Estados, como también expresó el futuro secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, hacia finales de junio de este 2024 en una entrevista con El País: “La única solución realmente viable es la constitución de dos Estados soberanos, que garanticen fronteras seguras y el desarrollo de unos y de otros. Es la solución que eventualmente nos puede llevar a una paz duradera en el Medio Oriente; no se ve cerca, pero de cualquier manera México seguirá manteniendo una posición pacifista”.84 También se le preguntó si podrían romperse las relaciones diplomáticas con Israel en caso de continuar la escalada de la violencia sobre Gaza, a lo cual De la Fuente respondió: “No. Por supuesto, esas son decisiones que toman los jefes de Estado, pero yo creo que justamente la diplomacia representa siempre esa opción de poder, aun en condiciones de grandes diferencias, sentarse a platicar y encontrar una solución pacífica”.

Consideraciones finales

Como expusimos en la primera sección de este ensayo, el conflicto en Medio Oriente no sólo está lejos de terminar, sino que podría extenderse si Israel decide avanzar sobre otros territorios, involucrando a Irán, Siria o Líbano. Irán ya anunció que “todos los miembros del eje de la resistencia” —refiriéndose al régimen sirio, al movimiento libanés Hezbolá, al grupo palestino Hamás, a los rebeldes hutíes de Yemen y a las milicias chiitas de Irak— podrían movilizarse bajo ese escenario. Ante esta perspectiva y a raíz de la escalada de violencia contra Palestina, en los últimos meses la opinión pública internacional ha ido transformando el respaldo histórico que muchos países daban a Israel en condenas públicas y demandas formales de cese al fuego a través de la ONU y la Corte Internacional de Justicia.

Estados Unidos mantendrá su apoyo a Israel independientemente de los resultados electorales de este año. Esto quedó claro durante el debate entre Joe Biden y Donald Trump, aunque con notables matices: el actual presidente insistió en el plan de tres fases para terminar el conflicto bélico aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU y culpó a Hamás de no querer llevarlo a cabo —es de esperarse que la vicepresidenta Kamala Harris, quien tomó el lugar de Biden como candidata del Partido Demócrata, mantenga la misma postura—. Por su parte, el líder republicano dijo que Biden mentía y que es Israel el que está en desacuerdo con el plan, agregando que es mejor permitir al Estado judío que continúe con la tarea de exterminar a la organización islamista Hamás.

Dado este contexto, ¿cómo han respondido los gobiernos de América Latina y el Caribe al conflicto Israel-Palestina? Aunque hace más de 70 años la mayoría de las naciones del continente ratificaron la creación del Estado de Israel tras el fin del Mandato Británico de Palestina en 1948, nuestra región no ha tenido una postura uniforme sobre los permanentes conflictos en Medio Oriente. Las continuas tensiones en esa parte del mundo han perjudicado las relaciones diplomáticas con algunos países americanos, mientras que en otros casos los vínculos se han estrechado y consolidado a raíz justamente del conflicto. Se trata de nexos con una historia larga que pesa sobre el presente. No obstante, el nivel atroz de la violencia en el conflicto Israel-Palestina y los cambios recientes en el tablero geopolítico, no han producido —ni parece que vayan a producir— grandes cambios de rumbo en las relaciones entre América Latina y las naciones de Medio Oriente.

Como mostramos con algunos ejemplos, a pesar de las fuertes palabras de diversos mandatarios, hay pocas sorpresas de ruptura o de alianza en los vínculos internacionales: en general, prevalecen las tendencias de largo plazo en las relaciones bilaterales. A diferencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la guerra en la Franja de Gaza no tiene un impacto económico directo en América Latina y el Caribe (luego de la operación especial rusa, los precios del trigo y de los hidrocarburos se elevaron a niveles históricos). A pesar de los ataques de hutíes yemeníes, adversarios del Estado de Israel, contra buques israelíes en el estrecho de Mandeb, que conecta el Mar Rojo con el Océano Índico, no se ha ralentizado el flujo del comercio internacional de manera significativa. Por supuesto, las declaraciones de los gobiernos latinoamericanos que han condenado públicamente a Israel tienen impactos diplomáticos, pero en el ámbito comercial, hasta el momento, no se ha ido más allá de las advertencias y las amenazas —destaca por ello el decreto colombiano que interrumpe la exportación de carbón a Israel. Con todo, es de suma importancia que países con un peso regional importante y que históricamente se han alineado con Estados Unidos e Israel, como México, Brasil y Colombia, estén demostrando un mayor grado de autonomía en el marco internacional y continúen desafiando la lógica belicista que impera en el mundo.

Según lo reportado en junio por Naciones Unidas con datos del Ministerio de Salud de Gaza, el Programa United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East y autoridades israelíes: Naciones Unidas, Coordinación de Asuntos Humanitarios, “Reported Impact Snapshot – Gaza Strip”, infografía, 12 de junio de 2024. Además, la organización Save the Children calculó que hasta junio habría aproximadamente 21 mil niños desaparecidos en Gaza, muertos bajo los escombros de edificios, enterrados en fosas comunes, desfigurados al punto de ser irreconocibles, apresados por el ejército israelí en ubicaciones secretas o vagando sin acompañamiento en el caos en el que está sumido el enclave palestino.

2 Término del idioma árabe que puede traducirse como “desastre” o “catástrofe” y que hace referencia al exilio forzado de cientos de miles de palestinos entre 1946 y 1948 en la guerra árabe-israelí.

3 Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Sesión 9650, Resolución 2735-24, 10 de junio de 2024.

4 Mostafa Salem, “La Casa Blanca cancela una reunión de alto nivel con Israel tras un video de Netanyahu, según Barak Ravid, colaborador de CNN”, CNN, 19 de junio de 2024.

5 Michael Schwartz, Tim Lister y Alex Stambaugh, “Netanyahu defiende la decisión de hacer pública su queja sobre el suministro de armas por parte de Estados Unidos”, CNN, 23 de junio de 2024.

Agencias EFE/AP, “Netanyahu insiste en que EE. UU. retiene envíos de armas”, DW, 23 de junio de 2024.

7 Pieter D. Wezeman et al., Trends in International Arms Transfers 2023, Stockholm International Peace Research Institute, marzo de 2024.

8 Ver Talif Deen, “Estados Unidos ha proporcionado a Israel 130 mil millones de dólares en ayuda y armas”, Pie de Página, 19 noviembre de 2023.

9 Ver Marc Bassets, “EEUU acuerda con Israel su mayor plan de ayuda militar de su historia”, El País, 14 de septiembre de 2016.

10 James Mackenzie, “Netanyahu says Israel will be a key US ally whoever replaces Biden”, Reuters, 22 de julio de 2024.

11 Tovah Lazaroff, “ ‘Our enemies are your enemies’: Regional alliance needed to combat Iran, Netanyahu says”, The Jerusalem Post, 24 de julio de 2024.

12 Acuerdo de paz propiciado por Estados Unidos entre Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos e Israel, en 2020.

13 Steve Holland y Jeff Mason, “Harris pushes Netanyahu to ease suffering in Gaza: ‘I will not be silent’”, Reuters, 26 de julio de 2024.

14 Ver “Israel Readies Troops for a Potential Escalation in Lebanon”, The New York Times, 27 de junio de 2024.

15 Ver “El canciller israelí advirtió que Hezbollah sería destruído en una guerra total”, AJN, 18 de junio de 2024.

16 Abby Sewell y Melanie Lidman, “Israel y Líbano se preparan para una guerra que nadie quiere, pero que muchos consideran inevitable”, Los Angeles Times, 7 de febrero de 2024.

17 Emanuel Fabian, “Herzog, Netanyahu tour north as UN warns of ‘apocalyptic’ war with Hezbollah”, The Times of Israel, 26 de junio de 2024.

18 Aurélie Daher, “El Medio Oriente según Nasrallah: la geopolítica de Hezbolá”, El Grand Continent, 11 de enero de 2024.

19 Publicación en la red social X de la cuenta oficial I.R. Iran Mission to UN, @Iran_UN, publicada el 28 de junio de 2024.

20 Ver Abel Gil, “Siete décadas de conflicto israelí-palestino”, El Orden Mundial, 16 de agosto de 2018.

21 Amnistía Internacional, Israel y los territorios palestinos ocupados 2023, informe con datos del servicio geoespacial de la ONU, disponible en www. amnesty.org.

22 Ibid.

23 “Israel ataca Beirut en respuesta a la muerte de 12 niños en los Altos del Golán”, Euronews, 30 de julio de 2024.

24 Abby Sewell, “El asesinato del líder de Hamás Ismail Haniyeh en Irán plantea el riesgo de una escalada”, AP World News, 31 de julio de 2024.

25 Danny Yatom, “Mossad: la larga estrategia de Israel, una conversación con Danny Yatom, exjefe de la inteligencia israelí”, El Grand Continent, entrevista, 20 de abril de 2024.

26 Los países de la Unión Europea que reconocen al Estado Palestino son Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Hungría, Polonia, República Checa, Rumanía y Suecia.

27 Ver AFP, “España, Portugal y Noruega anuncian que reconocerán a Palestina como Estado”, RFI, 22 de mayo de 2024.

28 La CIJ es un tribunal independiente con sede en La Haya encargado de dirimir disputas jurídicas internacionales entre Estados. La CIJ se ocupa de cuestiones que enfrentan a un Estado contra otro, y en este caso se trata de determinar jurídicamente la responsabilidad de un Estado por genocidio.

29 Ver Andrew Stroehlein, La denuncia de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, Human Rights Watch, boletín informativo, 10 de enero de 2024.

30 Estas son las medidas provisionales que ordenó el tribunal: 1. Israel debe tomar todas las medidas necesarias para impedir cualquier acto que pueda considerarse genocida: matar a miembros de un grupo, causar daños corporales, imponer condiciones destinadas a provocar la destrucción de un grupo, impedir nacimientos. 2. Israel debe garantizar que su ejército no cometa ningún acto genocida. 3. Israel debe prevenir y castigar cualquier comentario público que pueda considerarse incitación a cometer genocidio en Gaza. 4. Israel debe tomar medidas para garantizar el acceso humanitario. 5. Israel debe impedir cualquier destrucción de pruebas que puedan utilizarse en un caso de genocidio. 6. Israel debe presentar un informe al tribunal en el plazo de un mes desde que se dicte esta orden.

31 Ver Antonio Pita, “Itamar Ben Gvir, la estrella ultra de las elecciones en Israel”, El País, Tel Aviv, 31 de octubre de 2022.

32 Varios medios, por ejemplo: “El portavoz del Ejército israelí considera que no es posible la destrucción de Hamás como ‘idea’ y ‘partido’”, Europa Press Internacional, 20 de junio de 2024.

33 Ver Christian Edwards y Tamar Michaelis, “Funcionario militar de Israel dice que Hamás no puede ser destruido, a medida que aumentan las diferencias con Netanyahu”, CNN, 20 de junio de 2024.

34 Rina Bassist, “Ben-Gvir: ‘Estaré muy feliz de vivir’ en la Gaza ocupada por Israel después de la guerra”, Al-Monitor, 21 de mayo de 2024.

35 “Tens of thousands rally in Tel Aviv to demand hostage deal, denounce government”, The Times of Israel, 2 de junio de 2024.

36 The Israel Democracy Institute, The Israeli Democracy Index 2023, Reporte de prensa, publicado el 14 de marzo de 2024, disponible en el portal: www.en.idi.org.il.

37 Tamar Hermann y Yaron Kaplan, Most Israelis: an ‘Absolute Victory’ to the War is Unlikely, The Israel Democracy Institute, disponible en en el portal: https://www.thejc.com.

38 Sam Sokol, “Lapid says including Israeli leaders in same ICC charges as Hamás is ‘unforgivable’”, The Times of Israel, 20 de mayo de 2024.

39 Publicación en la red social X, cuenta oficial @Isaac_Herzog, 20 de mayo de 2024.

40 Ver Lautaro Rivara, “Relaciones peligrosas: los pecados de Israel en América Latina”, Rebelión, 19 de marzo de 2024.

41 Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, “Bolivia rompe relaciones diplomáticas con Israel y llama a cesar los ataques a la Franja de Gaza”, Comunicado, 31 de octubre de 2023.

42 “Patricia Bullrich denunció que hay fuerzas iraníes en Bolivia: ‘Tenemos el máximo nivel de alerta de seguridad’”, Infobae, 16 de abril de 2024.

43 “Lo que se sabe del acuerdo de seguridad entre Bolivia e Irán”, BBC News Mundo, 21 de julio de 2023.

44 Ver “Colombia-Palestina: ¡por fin!”, Zero, Universidad Externado de Colombia, 31 de enero de 2019.

45 Cancillería del Gobierno de Colombia, “Cancilleres de Colombia y Palestina firmaron 4 documentos de cooperación bilateral”, Noticias, 14 de septiembre de 2023.

46 Ver Alberto Donadio, “Virgilio Barco y el exterminio de la UP”, Partido Comunes, 12 de enero de 2024.

47 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso Integrantes y Militantes de la Unión Patriótica vs. Colombia”, Sentencia del 27 de julio de 2022.

48 Dan Cohen, “El rol de los agentes israelíes en el genocidio político colombiano”, Misión Verdad, 16 de octubre de 2023.

49 Ver Universidad Nacional de Colombia, El Plan Colombia y la internacionalización del conflicto, Bogotá, IEPRI-Planeta, 2001; Socorro Ramírez, “Plan Colombia y Paz Colombia”, Nueva Sociedad, marzo de 2016.

50 Ver Erika Ramírez y Jonnathan Jiménez, “Israel: la transformación estratégica – militar frente a nuevas amenazas”, Estudios en Seguridad y Defensa, núm. 12, vol. 24, pp. 113-133, 2017.

51 Publicación en la red social X de la cuenta oficial del presidente Gustavo Petro @petrogustavo, del 19 de agosto de 2024.

52 Rodrigo Karmy, “Israel y la dictadura chilena. Una pregunta pendiente”, Le Monde Diplomatique, edición chilena, 13 de agosto de 2023.

53 Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, Departamento de Información Comercial y Análisis de Datos, Ficha país: Chile-Israel, actualizada en octubre de 2023.

54 Embajada de Chile en Israel, “Rondas de Negocios Chile”, Noticias, mayo de 2023.

55 Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Relaciones Bilaterales Chile-Palestina, Chile en el Exterior, disponible a través de www.chile.gob.cl.

56 Ver “Gobierno de Chile condena ataque de Hamás y expresa solidaridad con el pueblo de Israel”, Diario Uchile, 7 de octubre de 2023.

57 Ver Sebastián Dote, “Boric vuelve a la carga contra Israel: ‘No dejemos de indignarnos por la barbarie en Gaza’”, El País, Santiago de Chile, 23 de abril de 2024.

58 Ver Mark Lewis Taylor, “Cómo Israel facilitó el genocidio guatemalteco”, Jacobin, trad. Natalia López, 18 de abril de 2024.

59 Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Comunicado del portavoz del Ministerio de Economía e Industria, 8 de septiembre de 2022.

60 Ver Esther Juárez, “Alianza Evangélica se pronuncia por voto guatemalteco en la ONU”, Soy502, 11 de mayo de 2024.

61 Ver Eitay Mack, “La embajada de Guatemala en Israel debe volver a Tel Aviv”, El Salto, 14 de agosto de 2023.

62 En su preámbulo, la Constitución Nacional Argentina establece promover “el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”. Esta política migratoria fundacional ha hecho de Argentina un refugio para numerosas naciones en distintos periodos.

63 “Vital Statistics: Jewish Population of the World (1982-Present)”, Jewish Virtual Library, datos actualizados hasta mayo de 2024.

64 Hernán Dobry, Operación Israel: El rearme argentino durante la dictadura (1976-1983), Buenos Aires, Lumiere, 2011. Ver también “El informe de cómo Israel armó y ayudó secretamente a Argentina durante la Guerra de las Malvinas”, Vis á Vis, 2 de abril de 2024.

65 “Las lanchas de Bullrich, un gran negocio para Israel”, Página 12, 4 de noviembre de 2022.

66 Rodis Recalt, “Quién es Mario Suli, la sombra del presidente”, Revista Noticias, 28 de diciembre de 2023. Según se sugiere, esto habría comenzado desde la estadía de varios meses de Milei en el Hotel Libertador en 2023. El hotel pertenece a Eduardo Elzstain, empresario inmobiliario (IRSA) y agroganadero (CRESUD), fundador del Foro llao LLao que además detenta la vicepresidencia en el Congreso Sionista Mundial.

67 Presidencia de la Nación Argentina, Subsecretaría de Vocería y Comunicación de Gobierno, Declaración a la prensa del vocero presidencial, 14 de abril de 2022.

68 “Javier Milei se ausentó de un encuentro con representantes islámicos por la presencia del embajador de Palestina”, Ámbito, 7 de junio de 2024.

69 Ver Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Brasil, Relaciones Bilaterales, Estado de Israel, 1 de diciembre de 2014.

70 “Vital Statistics: Jewish Population of the World (1982-Present)”, op. cit.

71 Datos oficiales del Ministerio de Industria, Comercio y Servicios, reportado en “Entenda a relação comercial entre Brasil e Israel em 3 gráficos”, CNN Brasil, 19 de febrero de 2024.

72 En 2022 el comercio cerró en 30.4 millones de dólares con un superávit de 29.8 millones de dólares para la nación sudamericana. Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Brasil, Relaciones Bilaterales, Estado de Palestina, actualizado el 30 de noviembre de 2023.

73 “Crise entre Brasil e Israel pode pausar projetos da FAB que dependem de tecnologia israelense”, O Globo, 20 de febrero de 2024.

74 El documento hace una referencia específica a la compañía israelí Elbit Systems, que ganó la licitación para vender 36 vehículos blindados con artillería, cotizados en mil millones de dólares. Elbit Systems es uno de los mayores fabricantes de productos electrónicos de defensa a nivel mundial. Creada en 1966 y con base en Haifa, Israel, Elbit y sus subsidiarios proveen a organismos de Defensa del mundo con vehículos aéreos no-tripulados (VANT) y suministran sistemas de vigilancia electrónicos a lo largo de las fronteras. Ver “El Ejército Brasileño seleccionó al ATMOS de Elbit Systems como su futuro sistema de artillería móvil sobre ruedas 6×6”, Zona Militar, 30 de abril de 2024.

75 Vital Statistics: Jewish Population of the World, op. cit.

76 Secretaría de Economía de México, “México e Israel celebran de manera virtual su Cuarta Comisión de Libre Comercio”, Comunicado No. 012, 17 de marzo de 2021.

77 Secretaría de Economía de México, País-Israel, Data México, consulta a través de www.economia.gob.mx/datamexico.

78 Ver Arturo Magaña, “Embajada palestina en México: ¿embajada mexicana en Palestina?”, Este País, 6 de septiembre de 2023.

79 Secretaría de Relaciones Exteriores de México, “Entrega de equipo médico a hospital en Palestina”, Sala de Prensa Global, junio de 2022.

80 Ver Mariana García, “Embajadora de Israel en México señaló que la postura de AMLO es apoyar al terrorismo”, Infobae, 9 de octubre de 2023.

81 Secretaría de Relaciones Exteriores de México, “México reafirma su apoyo a Palestina para ser miembro de pleno derecho de la ONU”, Comunicado No. 156, 25 de abril de 2024.

82 Ver Arturo Rojas, “AMLO responde a informe de Derechos Humanos del Departamento de Estado: ¿Qué dijo?”, El Economista, 24 de abril de 2024.

83 Simon Romero y Natalie Kitroeff, “Claudia Sheinbaum es la primera persona judía en llegar a la presidencia en México”, The New York Times, 3 de junio de 2024.

84 Zedryk Raziel, “Juan Ramón de la Fuente: ‘Hay una transición sin ruptura, pero sin sumisión’”, El País, 23 de junio de 2024.

América Latina y el Caribe ante el conflicto Israel-Palestina: el posicionamiento de los gobiernos en el actual tablero geopolíticoEl 7 de octubre de 2023, el brazo armado de Hamás, organización de resistencia palestina, llevó a cabo la denominada Operación Diluvio Al-Aqsa, lanzando misiles sobre Israel desde Gaza, entrando en territorio israelí y tomando rehenes civiles …

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