Luego del ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a una escuela en Gaza que asesinó a decenas de civiles, el secretario de Defensa, Austin Lloyd, ordenó el envío del submarino de misiles guiados desde Georgia a Medio Oriente en el marco de la escalada de la crisis regional que involucra a Israel y a Irán; además de aviones de combate y buques de guerra de tiro con misiles. Estados Unidos reiteró el compromiso de tomar todos los pasos posibles para defender al Estado judío. Washington también aprobó la venta de un paquete de armamento militar a Israel, que será entregado a partir de 2029, por un monto que supera los 20 mil millones de dólares.

Las contradicciones habitan en varios frentes: mientras desde EE UU se realizan estos anuncios que a la vista profundizan el conflicto, una comitiva norteamericana estuvo presente en Doha, junto a representantes de Israel, Egipto y Catar, para abordar el plan de tres fases para el alto al fuego en Gaza propuesto por Joe Biden y aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. De acuerdo con el portavoz de la Casa Blanca para Asuntos Internacionales, John Kirby, el “inicio es prometedor” y el objetivo es desactivar las represalias anunciadas por Irán como consecuencia del asesinato de dos líderes musulmanes.

Por su parte, funcionarios de Hamás advirtieron que su ausencia en Doha se debe a que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no está interesado en detener el conflicto sino, que, a través de nuevas negociaciones, gana tiempo para continuar la avanzada en territorio palestino: una observación atinada teniendo en cuenta que Netanyahu continúa prometiendo una “victoria absoluta” sobre Hamás a la vez que asegura tener intención de plegarse al plan de tres fases.

Material recomendado:

Entrevista a Benjamin Netanyahu. Time. Agosto 2024.

Próximos eventos a considerar:

Convención Nacional Demócrata del 19 al 22 de agosto.