El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió el miércoles para celebrar el primer debate oficial sobre la situación de los rehenes desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023. Danny Danon, representante de Israel ante las Naciones Unidas, ha llamado a que se condene y sancione a Hamás para lograr la liberación de los rehenes que siguen cautivos en Gaza. Además, insistió en que se designe a la organización palestina como terrorista.
La representante de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, demostró su apoyo a Israel en su llamamiento a condenar a Hamás: “No nos equivoquemos, podemos condenar a Hamás por lo que es y seguir sintiendo empatía por los palestinos de Gaza, hombres, mujeres y niños que también están experimentando una agonía” afirmó.
Mientras que el representante palestino, Riad Mansur, afirmó que a Israel no le importan los rehenes y sólo pretende que “prevalezca la muerte” para israelíes y palestinos con el objetivo de “convencer a todos de que no hay solución posible, para asegurar que no puede haber dos Estados, ni dos pueblos coexistiendo uno al lado del otro”.
En una entrevista posterior al encuentro del Consejo de Seguridad, la presidenta de Human Rights Voices y directora del Instituto Touro de Derechos Humanos y el Holocausto, Anne Bayefsky, apuntó contra el máximo organismo de Naciones Unidas: “El Consejo de Seguridad de la ONU celebró su primera reunión oficial sobre los rehenes con 11 meses de retraso, el 4 de septiembre de 2024, y, como se había previsto, no adoptó ninguna condena a Hamás ni la calificó de organización terrorista. El encuentro, que duró tres horas, fue un recordatorio escalofriante del papel de la ONU desde el 7 de octubre: rodear de armas a los terroristas palestinos y promover el fin de Israel”. Pese a que la línea discursiva israelí tiende a echar culpas a los organismos internacionales y países aliados por la falta de apoyo, la realidad es que los acuerdos propuestos para alcanzar un alto al fuego (entre ellos, el del Consejo de Seguridad) están siendo ignorados por la administración de Benjamín Netanyahu.