«Esto es algo en lo que definitivamente deberíamos estar pensando, [pero] entiendo por qué dejamos de pensar en esto después de la Guerra Fría», dijo Vincent Rigby, ex asesor de Seguridad Nacional e Inteligencia del primer ministro Justin Trudeau, refiriéndose a las décadas de relativa paz que siguieron al colapso de la Unión Soviética.
En la reunión de la OTAN de julio quedó opacado el nuevo lineamiento de aumentar capacidades nacionales en materia de defensa frente a los temas presupuestarios derivados del conflicto de Ucrania. La amenaza de una confrontación armada entre los aliados occidentales y Rusia o China se cierne sobre Canadá, dijo Rigby, y consideró que el país no tiene una estrategia de seguridad nacional, ni de política industrial de defensa para afrontar estos probables conflictos.