Uno de los temas nodales que dividen las aguas entre las propuestas presidenciales es el sistema tributario. Kamala Harris anunció que elevaría los impuestos corporativos del 21% al 28% para financiar algunas de sus políticas sobre la asequibilidad de la atención infantil y la vivienda.

Donald Trump, en cambio, ha pedido que se eliminen los impuestos a las prestaciones de la seguridad social y se restablezca por completo una costosa deducción de los impuestos estatales y locales. En 2017, Trump firmó La Ley de Reducción de Impuestos generando una serie de recortes impositivos, de los cuales muchos expirarán en el 2025. En un discurso pronunciado el martes en Savannah, Georgia, el expresidente destacó su plan de reducir la tasa impositiva corporativa al 15% para las empresas que fabrican sus productos en Estados Unidos. El candidato republicano prometió un auge en la industria nacional, que además atraería a las empresas extranjeras a trasladar sus operaciones a Estados Unidos.