El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, enfrenta una solicitud de prisión preventiva de seis meses tras ser formalmente imputado por presunto abuso sexual y trata de personas. Las acusaciones, que incluyen la de haber tenido una hija con una menor de edad en un intercambio de favores políticos, agravan la crisis política en el país. El caso, inicialmente investigado en 2019 sin resultados, se reabrió hace tres meses en medio del enfrentamiento interno en el Movimiento al Socialismo (MAS) entre Morales y el actual presidente, Luis Arce.
Por su parte, Morales acusó al gobierno de Luis Arce de montarle un lawfare y de querer entregarlo como “trofeo de guerra a Estados Unidos”. También recordó el intento de asesinato del que fue víctima durante un operativo policial en octubre pasado. El gobierno ha respondido que las acciones legales contra Morales son independientes de cualquier motivación política.