El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado su intención de promover una “gran reforma constitucional” para “democratizar aún más la sociedad venezolana” y “empoderar” a la ciudadanía. Durante un acto en Charallave, estado de Miranda, Maduro informó que ha conformado un equipo de asesores nacionales e internacionales para elaborar este proyecto de reforma en conjunto con el poder popular.
El mandatario también señaló que en 2025 se llevarán a cabo seis elecciones populares, incluyendo la elección de gobernadores, legisladores, alcaldes, concejales y diputados a la Asamblea Nacional, además de consultas a los circuitos comunales para seleccionar sus proyectos. Maduro criticó la “vieja filosofía liberal burguesa occidental” que, según él, limita la democracia a los partidos políticos y las campañas electorales. Abogó en cambio por una “democracia genuina, verdadera, del siglo XXI” que promueva la participación popular.
Este anuncio se produce en un contexto de controversia tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, catalogadas por la oposición y parte de la comunidad internacional como fraudulentas. Mientras el gobierno presenta la reforma constitucional como una iniciativa para profundizar la democracia, sectores de la oposición la reciben con escepticismo, considerando el historial de tensiones políticas y cuestionamientos sobre la legitimidad de los procesos electorales recientes. Analistas señalan que la implementación de una reforma constitucional de esta magnitud requeriría un amplio consenso nacional y mecanismos transparentes que garanticen la participación de todos los sectores de la sociedad venezolana.