Donald Trump declaró su interés en expandir la influencia estadounidense sobre Groenlandia, Canadá y el Canal de Panamá por cuestiones de seguridad nacional. En relación con Groenlandia, Trump sugirió la posibilidad de adquirir este territorio autónomo de Dinamarca, incluso sin descartar el uso de la fuerza militar para lograrlo. Esta postura ha generado preocupación en la comunidad internacional.
Respecto a Canadá, Trump insinuó que el país vecino podría anexarse a la Unión Americana. Estas declaraciones han sido recibidas con escepticismo y rechazo por parte de líderes canadienses, quienes han reafirmado la soberanía e independencia de su nación. El primer ministro Justin Trudeau afirmó que Canadá nunca será parte de Estados Unidos, subrayando que las relaciones bilaterales actuales son fuertes y no hay necesidad de cambios en la estructura política.
En cuanto al Canal de Panamá, Trump expresó su deseo de que Estados Unidos recupere el control de esta vía interoceánica, argumentando que las tarifas actuales perjudican a los barcos estadounidenses. Insinuó la posibilidad de utilizar medidas económicas o incluso militares para lograr este objetivo. El gobierno panameño ha respondido con firmeza, declarando que la soberanía sobre el canal es innegociable y una conquista irreversible de Panamá.