El pasado 15 de enero, luego de largas negociaciones propiciadas por el gobierno qatarí y con el apoyo de Estados Unidos, se alcanzó un acuerdo para la liberación de rehenes y el alto al fuego entre Israel y Hamás. Tanto la administración saliente de Biden como la entrante de Trump se adjudican el mérito de este acuerdo, luego de más de un año de conflicto armado en Medio Oriente.
El enviado especial de Trump para Medio Oriente, Steven Witkoff, desempeñó un papel crucial de mediación al instar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a que aceptara el acuerdo, superando los obstáculos que habían prevalecido en las negociaciones anteriores. Aunque Biden reconoció la provechosa intervención de Trump en las negociaciones, también sostuvo que el acuerdo se logró gracias a los avances diplomáticos de su gestión. Netanyahu agradeció a ambos líderes estadounidenses por su apoyo en las negociaciones hacia el alto al fuego y la liberación de rehenes.