Durante su discurso de toma de posesión, Trump afirmó que una nueva “Edad de Oro de Estados Unidos comienza ahora” y anunció una “marea de cambio”, añadiendo que revertiría 78 de las “acciones ejecutivas destructivas y radicales” de la administración de Biden, que clasificó como una de las peores de la historia. “Hoy firmaré una serie de órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones comenzaremos la restauración completa de Estados Unidos y la revolución del sentido común. Es todo una cuestión de sentido común”, afirmó el magnate de extrema derecha.
Así pues, la nueva administración canceló 78 órdenes ejecutivas implementadas durante el gobierno de Biden. Entre ellas están: la eliminación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, una orden que exigía a las agencias federales hacer cumplir las prohibiciones de discriminación sexual y por identidad de género, y la sanción a los colonos judíos que ocuparon ilegal y violentamente tierras palestinas en Cisjordania.
Además, Trump sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París, al tiempo que prometió impulsar el uso de energías fósiles; también retiró al país de la Organización Mundial de la Salud e indultó a casi mil 600 personas procesadas por el asalto al Capitolio de 2021, entre quienes se encuentran activistas de extrema derecha como Enrique Tarrio, dirigente del grupo Proud Boys.
Con su habitual histrionismo, tras la toma de posesión en el Capitolio, Trump celebró un mitin en el emblemático Capital One Arena, donde le esperaban un centenar de seguidores de su movimiento MAGA (Make America Great Again).