A comienzos de este año, el expresidente por el Frente de Todos (actualmente Unión por la Patria), Alberto Fernández, comenzó a ser investigado por un posible caso de corrupción vinculado a la contratación de servicios de seguros por parte del Estado a prestatarios “amigos”. Aunque estos seguros podían contratarse de forma directa, los organismos públicos utilizaron de intermediario al amigo del exmandatario, Héctor Martínez Sosa, esposo de su secretaria, María Cantero. Martínez Sosa figura además como acreedor del expresidente en sus declaraciones juradas.
Semanas atrás, mientras la Justicia analizaba el celular de María Cantero descubrió conversaciones de ella con la ex pareja de Fernández, Fabiola Yañez, en las cuales la ex primera dama relató situaciones de violencia de género. El juez de la causa, Julián Ercolini (conocido por participar en una presunta reunión en la propiedad privada del magnate Joe Lewis con jueces, fiscales y empresarios) citó a Yañez, quien se negó a iniciar acciones legales. Sin embargo, el lunes por la noche trascendió que Yañez había iniciado la denuncia.
La noticia conmocionó la agenda política. Una de las primeras reacciones vino de los sectores más conservadores y de ultraderecha quienes apuntaron a la “hipocresía” del ex mandatario quien en anteriores discursos había asegurado “ponerle fin al patriarcado”. El presidente Javier Milei se pronunció al respecto con un texto titulado “La hipocresía progresista”, en el que apuntó contra el feminismo y las políticas de género.
Las primeras reacciones dentro del campo nacional y popular fueron del dirigente político y social, Juan Grabois, quien apuntó contra las conducciones “inmorales” y llamó a una renovación dirigencial. Luego de que el jueves por la noche se conocieran las fotos de Yañez con moretones en los ojos y los brazos, se pronunciaron el gobernador de la provincia de Buenos Aires y líder opositor, Axel Kicillof, quien manifestó estar “shockeado” ante una denuncia “gravísima”. La declaración más esperada era la de Cristina Fernández de Kirchner, quien se manifestó en sus redes sociales apuntando contra la gestión de Alberto Fernandez y señalando su actitud como “sórdida y sombría».
Dentro de la sociedad se especula sobre el momento político en el cual se destapó este escándalo (situación económica delicada), la vinculación de los servicios de inteligencia con la justicia (ya que ninguna de las imágenes y chat fue difundido por los implicados sino por agentes anónimos) y el creciente humor social “antipolítica”.