El jueves 5 de septiembre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajó a Puerto Príncipe, capital de Haití, como una señal política del apoyo de Washington a la “misión multinacional de apoyo a la seguridad”. Durante su visita, mantuvo una reunión con el primer ministro interino Garry Conille y anunció que Washington entregará 45 millones de dólares para reforzar la seguridad, reiterando que el gobierno de transición del país debe avanzar rápidamente hacia las elecciones.
La llegada de Blinken a Puerto Príncipe se da en medio de una compleja crisis gubernamental, luego de que tres miembros del Consejo Presidencial de Transición (CPT) fueran denunciados por corrupción, generando fuertes preocupaciones en la comunidad del CARICOM, así como una erosión en las expectativas de la población con respecto al CPT. “En este momento crítico, necesitamos más financiamiento, necesitamos más personal para sostener y llevar a cabo los objetivos de esta misión”, afirmó Blinken en conferencia de prensa. Además, afirmó que Estados Unidos estaría trabajando para renovar “la hasta ahora mediocre misión de apoyo internacional liderada por Kenia”, cuyo mandato termina en un mes.
Asimismo, la visita de este secretario se produce luego de que Brian Nichols, subsecretario de Estado de EEUU para Asuntos del Hemisferio Occidental, sugiriera el miércoles 4 que Washington considera mantener la misión multinacional de la ONU, asegurando dinero y recursos.
Esta es la segunda vez que un funcionario de alto rango de Estados Unidos viaja a Haití en poco más de un mes, luego de que Linda Thomas-Greenfield, la enviada de Estados Unidos ante la ONU, anunció un nuevo aporte de 60 millones de dólares en “asistencia humanitaria” para Haití a fines de julio.
A fines de junio se desplegó el primer contingente de policías kenianos en el país, que hasta la fecha cuenta con un total de 400 efectivos. La fuerza policial de Kenia tiene como objetivo liderar una misión internacional, respaldada por la ONU, que apoye a las fuerzas de seguridad locales con el fin de sofocar la violencia de las pandillas. Sin embargo, hasta la fecha ningún otro país ha cumplido el compromiso de enviar efectivos para componer la misión internacional.