El gobierno de Javier Milei anunció el miércoles 5 de febrero que Argentina se retira de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo anunció primero Manuel Adorni en su conferencia matutina: “No vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud”. Minutos después, la Oficina del Presidente ratificó mediante un comunicado que el presidente “ha tomado la decisión de retirar a la República Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Después del mediodía, Milei publicó en sus redes sociales, refiriéndose al organismo, que “fueron los ideólogos de la cuarentena cavernícola”.
La decisión se alinea con la postura de la Casa Blanca, pues el presidente Donald Trump recientemente firmó una orden ejecutiva para que Estados Unidos se retire del organismo internacional.
La organización para la salud pública Fundación Huésped declaró en redes sociales que “la OMS tiene un rol importante para la coordinación de emergencias sanitarias, el control de brotes, en prevención de enfermedades, cooperación internacional y en la promoción de transferencia de tecnología”. Y añadió que “la OMS tiene un fondo de financiamiento y mecanismos de apoyo logístico para cuando hay emergencias sanitarias y desastres naturales. Salir de la OMS significa no poder contar con esto, en caso de que lo necesitemos”. Leandro Cahn, director ejecutivo de Fundación Huésped, dijo que, además de consecuencias sanitarias, falta de seguimiento de brotes y de promoción de transferencia de tecnología, la decisión costaría dinero al encarecerse la compra de vacunas y tratamientos.