Canadá ha aumentado paulatinamente su producción de hidrocarburos en los últimos años. Esto significa una grata noticia para Estados Unidos, ya que podría proporcionarle autosuficiencia energética sólo dependiendo de las importaciones de México y Canadá, sin la necesidad de comercializar hidrocarburos de los grandes productores de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), como Arabia Saudita.

Según la Agencia de Información de Energía de EE UU (EIA), el petróleo de Canadá compone más del 60% de todas las importaciones de crudo de EE UU gracias a una sólida red de oleoductos y gasoductos, consolidando un nuevo récord.

Sin embargo, la producción tiene sus impactos negativos en el ambiente y en las comunidades, sobre todo luego de la inauguración del oleoducto estatal Trans Mountain. En 2023, Fort Chipewyan, una de las comunidades indígenas en el remoto norte de Alberta se enteró de que el agua de relaves (una mezcla tóxica de betún, arena y betún residual) se había estado filtrando durante meses desde el cercano sitio minero Kearl de Imperial.