Ante las promesas de Donald Trump de implementar deportaciones masivas y exigir a Canadá y México frenar la inmigración irregular hacia Estados Unidos, Canadá ha comenzado a reforzar su frontera con el vecino del sur. El primer ministro Trudeau aseguró que la seguridad fronteriza es una prioridad y ha iniciado discusiones con Estados Unidos sobre comercio y seguridad, con un enfoque particular en migración.
La viceprimera ministra, Chrystia Freeland, afirmó que “Las fuerzas del orden de nuestros respectivos países trabajan juntas todos los días para acabar con el flagelo del fentanilo procedente de China y otros países”. Freeland preside un comité especial del Gabinete centrado en las relaciones bilaterales de cara a la próxima gestión de Trump.