A finales de julio, seis diputados de La Libertad Avanza visitaron al exrepresor Alfredo Astiz (conocido como “el ángel de la muerte”) junto a otros genocidas en la cárcel de Ezeiza, desatando una crisis en su bloque legislativo. El diputado entrerriano Benedit Beltrán organizó el encuentro entre los legisladores y los exmilitares condenados por delitos de lesa humanidad afirmando que “les inventaron” las pruebas. Otras de las protagonistas fue la legisladora mendocina Lourdes Arrieta, acusada de presentar avales falsos ante la justicia electoral, incluso algunos en nombre de personas fallecidas.
En los últimos días se conoció la foto entre los legisladores y los exrepresores, donde se ve una notoria complicidad del Servicio Penitenciario, porque varios dirigentes de la oposición apuntan contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich (ex ministra de Fernando De la Rúa y Mauricio Macri). Trascendió que los legisladores recibieron instrucciones para iniciar una campaña por la liberación de los genocidas.
Diputados de la oposición piden la suspensión de sus pares, y señalan la complicidad del presidente de la Cámara, Martin Menem, quien se sospecha que estaba al tanto de toda la operación. En medio de la controversia, el Papa Francisco se juntó con familiares de las víctimas de Astiz.