El Partido Colorado vive un conflicto interno entre el cartismo y el gobierno de Santiago Peña, evidenciado en la discusión del proyecto de ley que busca regular a las ONGs en Paraguay. Peña presentó modificaciones para suavizar el control sobre las organizaciones que solo manejan fondos privados, pero la bancada cartista de Diputados rompió el acuerdo con la oposición y aprobó el proyecto sin las modificaciones acordadas, generando tensiones dentro de la Asociación Nacional Republicana (el Partido Colorado).

Ahora el Senado debe decidir si limita la normativa a las ONGs que reciben fondos públicos y si excluye a las de cooperación internacional y de fondeo privado. En el Senado, el ala dura del cartismo encabezado por Gustavo Leite, ha impulsado una versión más agresiva de la ley que incluye el control a las organizaciones financiadas por fuentes internacionales. Peña, por el contrario, ha señalado en múltiples ocasiones que un control excesivo afectaría la imagen internacional de Paraguay.

Esto ha generado tensiones con Estados Unidos, como lo demuestra el viaje de urgencia de representantes de la agencia de cooperación USAID que visitó Paraguay para respaldar a las ONGs y oponerse a la ley. Shannon Green, de USAID, se reunió con autoridades paraguayas, “reafirmando el compromiso de EE.UU. con la transparencia y la prevención de flujos financieros ilícitos”. El conflicto también ha involucrado a la justicia estadounidense, dado que varias ONGs que reciben fondos de ese país se encuentran bajo investigación por una comisión antilavado dominada por el cartismo.

En paralelo, miembros de la oposición como Soledad Núñez (ex vicepresidenta en fórmula con Efraín López) ha calificado esta ofensiva como un intento de persecución y un ataque a la democracia, generando aún más fricciones y divisiones dentro del partido y en la opinión pública.