En las últimas semanas, Paraguay y Argentina han intensificado sus negociaciones en torno a dos sectores estratégicos: energía y producción agraria.
En el ámbito energético, Paraguay busca garantizar ingresos estables para cubrir los gastos operativos de la hidroeléctrica binacional de Yacyretá, que rondan los $17 millones de dólares mensuales. Argentina, que adeuda pagos por la energía recibida, abonó $50 millones de dólares en diciembre para cubrir salarios, pero el financiamiento sigue siendo incierto. Para resolver esto, el director paraguayo de la hidroeléctrica, Luis Benítez, negocia con la empresa argentina CAMMESA una “tarifa efectiva” que establezca pagos regulares y predecibles.
En el agro, la reciente reducción de retenciones a la soja en Argentina generó preocupación en Paraguay, que en 2024 exportó el 84% de su producción al país vecino. La medida podría hacer más competitiva a la soja argentina, aunque los productores paraguayos confían en que la calidad de su grano y su salida anticipada al mercado seguirán siendo ventajas. Además, el nuevo escenario refuerza la necesidad de diversificar mercados para evitar una dependencia excesiva de Argentina. En este sentido, el presidente de la Unión de Gremios de la Producción señaló que los volúmenes de soja que produce Paraguay no son demasiado grandes, por lo que no deberían ser difíciles de colocar en nuevos mercados de América Latina, Oriente Medio o incluso Taiwán.