Ante la situación de crisis económica, el presidente Luis Arce continúa con una serie de reuniones que el Gobierno ha organizado para incluir a diferentes sectores del país en la discusión de políticas económicas. Esta semana, las autoridades se reunieron con representantes de la Central Obrera Boliviana (COB), el Pacto de Unidad y sectores empresariales y además se autorizó la importación sin arancel de trigo y harina para evitar el desabastecimiento en medio de fuertes presiones internas de diferentes sectores para que se resuelva la crisis económica que está golpeando a Bolivia por la falta de dólares y de combustible.
Otra de las medidas que tomó el gobierno fue el cambio de ministro de Hidrocarburos y Energía, en medio de una crisis en el suministro de los combustibles subvencionados. Desde el año pasado, Bolivia registra cada dos o tres meses problemas en la venta de combustibles, lo que ha provocado bloqueos de caminos de transportistas de carga y de pasajeros. Hay que tener en cuenta que Bolivia consume por día unos 7 millones de litros de diésel y unos 6 millones de gasolina. Importa un 70% de ese primer carburante y un 50% del segundo. Bolivia, además, subvenciona la importación de combustibles. En 2023 destinó 1.100 millones de dólares y para 2024 presupuestó 1.408 millones. Ese gasto significó una profunda caída de sus reservas internacionales.
Por otro laddo, El Tribunal Supremo de Justicia emitió la detención preventiva con fines de extradición del exjefe antidrogas Maximiliano Dávila solicitado por el gobierno de Estados Unidos. Dávila había sido funcionario durante la gestión de Evo Morales. Esto ya se ha difundido en los medios de comunicación orientado a limar la figura del expresidente.