A raíz de la victoria de Donald Trump en las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos, la industria forestal canadiense, clave en la economía regional de Quebec, enfrenta un clima de incertidumbre ante las posibles políticas arancelarias de la nueva administración. En la actualidad, las empresas canadienses pagan un impuesto del 14.54% sobre la madera exportada a Estados Unidos. Durante su campaña, Trump prometió imponer un arancel adicional del 10% a varias exportaciones canadienses, incluyendo la madera, lo cual agravaría la ya difícil situación que atraviesan las empresas madereras en Quebec.
Étienne Vézina, director senior de la empresa forestal Domtar, argumenta que un aumento de impuestos cercanos al 30% podría provocar el cierre de más fábricas y aserraderos en Quebec. Vézina destaca que el impacto en las operaciones ya es visible: Domtar ha anunciado el cierre temporal de dos aserraderos en Rivière-aux-Rats y Maniwaki, dejando a más de 500 trabajadores en una situación de incertidumbre laboral.
Este cierre afectará particularmente a la comunidad de La Tuque, donde se prevé que unos 125 empleados sindicalizados y aproximadamente 250 trabajadores forestales pierdan sus empleos después del 20 de diciembre. Vézina lamenta la inviabilidad de algunas plantas ante la falta de rentabilidad y las condiciones desfavorables del mercado.