Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos continúan creciendo desde la detención del marine norteamericano la semana pasada y el exilio de Edmundo González Urrutia a España. A comienzos de la semana, EE UU lanzó una serie de declaraciones en solidaridad con la retirada de González y reiterando el apoyo al excandidato; a su vez, por medio del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, se exigió al Consejo Nacional Electoral (CNE) la publicación de la información desagregada de las actas.
El jueves se conoció que EE UU emitió una sanción a las autoridades del CNE y al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por proclamar “falsamente” la victoria de Maduro. La penalización incluye a la presidenta del TSJ, Caryslia Rodríguez, el secretario general del CNE, Antonio José Meneses, y el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Pedro Infante Aparicio. En paralelo, el Departamento de Estado prohibió el ingreso al país de más de 140 funcionarios “alineados” con Maduro, seguido horas después del anuncio de restricción de visado a casi 2000 personas por apoyar al chavismo en “socavar la democracia”. Para concluir las semanas de tensiones con el país del Norte, se conocieron especulaciones de un posible acuerdo militar privado entre el multimillonario Elon Musk y Erik Prince, líder de la compañía de seguridad privada Blackwater, para realizar una operación clandestina en Venezuela.