La incautación de 3.6 toneladas de cocaína en Portugal, que había pasado por los puertos de Paraguay y Montevideo, ha generado una investigación en Uruguay por parte de la Dirección Nacional de Aduanas y la Fiscalía. La droga, camuflada en un cargamento de harina de soja, no fue detectada durante su paso por el puerto de Montevideo, a pesar de haber sido escaneada. El incidente se dio a semanas de la inauguración de escáneres en el Puerto de Montevideo.
El presidente Luis Lacalle Pou informó que se ha presentado una denuncia en Fiscalía y se ha iniciado una investigación interna para determinar las responsabilidades. Lacalle Pou mencionó posibles consecuencias para los funcionarios involucrados, destacando que se está evaluando el cumplimiento de los procedimientos y las posibles fallas en los controles. El caso fue tan absurdo que hasta Silvia Etchebarne, miembro de la lista oficialista del Partido Nacional y dirigente de la Liga Marítima, aseguró esta semana que la gestión en materia portuaria fue desastrosa y que solo llena los bolsillos de los privados.
El caso ha puesto bajo el ojo público la seguridad y los procedimientos aduaneros en Uruguay, particularmente en el puerto de Montevideo, donde el cargamento no fue abierto para una revisión más exhaustiva. Según informes, los escáneres recientemente adquiridos aún no estaban operativos en el momento del incidente y su inauguración está prevista para las próximas semanas.
El cargamento partió desde un puerto paraguayo, por lo que autoridades aduaneras de Paraguay indicaron que el contenedor había pasado los controles sin irregularidades visibles antes de ser enviado a Montevideo y luego a Europa.
Este incidente ha sido señalado como la mayor confiscación de cocaína en Portugal en lo que va del año. Además, ha reavivado críticas sobre la política portuaria del gobierno uruguayo, incluyendo cuestionamientos a la gestión y la falta de un plan maestro que guíe las operaciones en los puertos del país, lo que puede considerarse como un abandono del Estado en desventaja frente a los intereses privados y multinacionales.