“Hagámoslo juntos”, respondió el gobernador de Minnesota, Tim Walz, a la propuesta de la candidata demócrata a presidenta, Kamala Harris, de acompañarla en la fórmula que intentará conservar el poder en las elecciones generales de noviembre. La disputa para la vicepresidencia estuvo entre tres candidatos y se terminó por definir el lunes: Josh Schapiro (gobernador de Pensilvania), Mark Kelly (senador por Arizona) y Walz. Harris tomó la decisión luego de realizar entrevistas a los tres por separado y hallar en el veterano de la Guardia Nacional del Ejército un perfil acorde tanto para disputar poder en los swing states como para afrontar orgánicamente la función. De acuerdo con los trascendidos, a diferencia de Schapiro que habría realizado muchas preguntas relacionadas al cargo con cierto manto de duda, Walz solo manifestó predisposición. En efecto, la gira del flamante binomio por diferentes territorios estadounidenses ya está en marcha.
Un dato saliente del gobernador: nunca perdió una elección desde que comenzó su carrera electiva en 2006 como miembro de la Cámara de Representantes, en la cual se reeligió sistemáticamente hasta que en 2017 decidió pelear el Ejecutivo de su estado bajo el lema “Una Minnesota”. Triunfó en las primarias y fue elegido dos veces gobernador. Sus gestiones tienen una impronta estatal de corte progresista con especial atención en las áreas de educación pública, salud mental, la inclusión de las minorías y la mejora en la calidad de vida de soldados y veteranos. No obstante sea reconocido por estas políticas dentro de determinados círculos, el desafío que tienen por delante los demócratas es construir en tres meses a Walz como una figura con reconocimiento nacional que, además, sea asociado al Estados Unidos rural en contraste con Harris y la progresía californiana. Dentro del arco demócrata de primera línea, la noticia ha tenido una buena recepción: desde Hillary Clinton y Barack Obama hasta Alexandria Ocasio-Cortez.
Walz tiene una historia personal con China ya que fue docente en la provincia de Guangdong en 1989 y, posteriormente, coordinó viajes de estudiantes chinos a Estados Unidos durante más de una década. Una vez instalado en el Congreso, formó parte de la Comisión Ejecutiva sobre China con una postura crítica al gobierno; de todas formas, en declaraciones alusivas afirmó que no cree que haya que entablar una relación adversa con la potencia asiática sino de “firmeza” en algunos campos como los derechos humanos y el Mar Meridional de China. Con relación a la política exterior bélica estadounidense, Walz mostró alineamiento con Israel y Ucrania. En el primer caso -después del 7 de octubre de 2023-, aunque siempre tuvo una postura pro israelí, consideró necesario una desescalada en el fuego en Gaza en pos de una solución de dos estados. El año pasado, Walz tuvo una reunión con el primer mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, en la cual le expresó el apoyo de Minnesota, estado que firmó la desvinculación comercial con Rusia.
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