Esta semana se realizó la Cumbre Latinoamericana de Seguridad en Guayaquil. Es un evento organizado por el Comité Latinoamericano de Seguridad Interior (CLASI), cuya presidencia pro témpore la ocupa Ecuador, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ecuador no resulta un caso ejemplificador de políticas acertadas en los ejes de seguridad y combate al crimen organizado ya que culminó el 2023 en el listado de los países más peligrosos de América Latina, con una tasa de homicidios de 45 por cada 100 mil habitantes.
De hecho, durante la cumbre, el presidente Daniel Noboa expuso la experiencia de su administración en la contención de la violencia pero brindó números que contradicen los datos oficiales. En su intervención aseguró que en su gestión los índices de violencia habían sido reducidos en más de un 20%; sin embargo, los datos oficiales y públicos sobre los indicadores de criminalidad no se condicen, y esto ha sido tema de denuncia en medios de comunicación y redes sociales.