Marco Rubio, secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, llegó a Panamá el sábado 1 de febrero. Lejos de intentar algún acercamiento con el gobierno panameño, Rubio intensificó la confrontación antecedida por las reiteradas amenazas de Trump sobre que Estados Unidos va a “recuperar” el control del canal de Panamá.
Durante su reunión con el presidente José Raúl Mulino, Rubio exigió “cambios inmediatos” en el manejo del Canal de Panamá. En tono amenazante, el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó un resumen de la reunión donde se afirma que “el secretario Rubio dejó en claro que este status quo es inaceptable y que, en ausencia de cambios inmediatos, Estados Unidos tomará las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el tratado”.
Sin embargo, el presidente Mulino presentó la reunión como “muy respetuosa y cordial” afirmando que “no hay duda de que el canal es operado por Panamá y seguirá siendo así”. Al mismo tiempo, expresó disposición a seguir “ayudando” en la política migratoria de Estados Unidos. Esto sugiere que Panamá podría ampliar el acuerdo establecido con Estados Unidos en julio de 2024 para aumentar las deportaciones directas de migrantes no panameños que cruzan la selva del Darién en la frontera sur de Panamá con Colombia.
En cuanto a la relación de Panamá con China, Mulino indicó que se están realizando auditorías en la concesión de dos puertos en ambos extremos del Canal de Panamá. “Tenemos que esperar a que se completen esas auditorías para sacar nuestras propias conclusiones y actuar en consecuencia”, afirmó. También aseguró que no renovará la iniciativa del cinturón y la ruta de Panamá con China, e instó al Departamento de Estado de Washington a promover inversiones estadounidenses en el país centroamericano.
El anunció fue festejado por Rubio como “un gran paso adelante” en las relaciones de ambos países: “El anuncio de ayer del presidente @JoseRaulMulino de que Panamá permitirá que expire su participación en la Iniciativa de la Franja y de la Ruta del PCCh es un gran paso adelante para las relaciones entre Estados Unidos y Panamá”, afirmó Rubio a través de su cuenta de X.
En la misma línea, Panamá accedió a priorizar el tránsito de buques estadounidenses por la vía interoceánica. Sin embargo, la tensión por este tema se disparó tres días después, cuando el Departamento de Estado afirmó que Panamá había aceptado no cobrar a los barcos estadounidenses por cruzar el Canal, lo cual fue desmentido por el presidente panameño: “Tengo que rechazar ese comunicado del Departamento de Estado porque está basado sobre una falsedad”, aseguró Mulino en rueda de prensa. Y añadió: “Eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable. Y hoy Panamá plantea al mundo mi rechazo absoluto a que sigamos explorando las relaciones bilaterales sobre la base de mentiras y falsedades”.
Desde China, el portavoz de la Cancillería Lin Jian declaró el viernes 7 de febrero que “se opone firmemente a las acciones de Estados Unidos para desacreditar y socavar la cooperación”, calificando las acciones de Washington como “presión y coerción”. Agregó que “más de 20 países latinoamericanos han participado con entusiasmo” en la iniciativa y que “los resultados han beneficiado a los pueblos de todos los países, incluyendo Panamá”.