En un contexto crispado tanto a nivel gubernamental como entre diversos sectores sociales, con tendencias contradictorias en la aprobación general de la gestión de Lula da Silva, el gobierno publicó datos sobre la tasa de desempleo, que llegó a su mínimo histórico registrado en el país sudamericano. El Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE) recién publicó los índices de desempleo del año 2024: el descenso en la desocupación llegó a un piso de 6.4% en el último trimestre del año.
Los datos indican una relativa estabilidad de estos índices, sin variaciones significativas, trayendo buenas noticias tanto para la población como para la gestión de Lula. Adriana Beringuy, coordinadora de Encuestas por Muestra de Hogares del IBGE, consultada para Brasil 247, comentó que los avances en el empleo fueron impulsados por la continuidad de la recuperación pospandemia y el crecimiento de sectores estratégicos.
En tanto, las discusiones sobre la baja de precios de los alimentos y los entredichos con la gestión Trump sobre posibles aranceles a las importaciones brasileñas adquieren importancia en la agenda del gobierno.