Reporte Político Semanal

Mulino utiliza las políticas migratorias para posicionarse como una referencia ante los Estados Unidos

El pasado 1 de agosto, José Raúl Mulino cumplió su primer mes en la presidencia de Panamá. Pese al poco tiempo transcurrido desde su llegada al Palacio de las Garzas, su gobierno ha logrado generar un importante interés en Washington, que pareciera verlo como un importante aliado con quien acordar políticas migratorias. Algo que, a todas luces, resulta estratégico para Estados Unidos.

Esta semana, la jefa del Comando Sur Laura Richardson realizó una extensa visita al país centroamericano para entrevistarse con funcionarios del gobierno. La agenda principal del viaje estuvo vinculada a la migración, donde se abordó la polémica política del gobierno de Panamá de buscar frenar la migración irregular. Hasta ahora el gobierno ha intentado cerrar el Tapón de Darién, una temeraria y espesa selva que conecta Sudamérica (el norte de Colombia) y Centroamérica, donde se calcula que por allí transitaron más de 520.000 migrantes durante el 2023.
“Debido a que el 66% de los migrantes que pasan por la selva de Darién son de nacionalidad venezolana, el presidente Mulino consideró que la actual situación en Venezuela agravará la crisis migratoria en el hemisferio” afirmó a través de un comunicado el gobierno de Panamá, donde explicó los puntos de la agenda que sería tratada con Richardson. Luego de las reuniones, el trascendido que tuvo más importancia y circulación en los medios fueron las declaraciones de Richardson sobre Venezuela, en las que aseguró que “la solución a la crisis debe ser democrática y no militar”.

Fue en ese contexto, y antes de que la jefa del comando sur finalizará su visita, que el presidente Mulino informó, a través de redes sociales, que convocaría a “una cumbre regional para decidir por consenso acciones a favor de la democracia en Venezuela”. La invitación se extendería a los 17 países que votaron a favor del proyecto de resolución en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y que finalmente no obtuvo la mayoría.

Con este gesto, Mulino intenta posicionarse como un líder regional, incluso permitiéndo no ahorrar críticas a la desprestigiada OEA. Tan solo unos días después, durante su habitual conferencia de prensa de los días jueves, afirmó que la situación de Venezuela sería como lo que los panameños vivieron en 1989 “ante el fracaso de la OEA”. Consultado por su propuesta, Mulino afirmó que estaría dispuesto a darle “asilo político” a Maduro, para facilitar una transición política. En esa ocasión de 1989, a la que hace referencia Mulino, Estados Unidos invadió Panamá en la llamada “causa justa”.

Material recomendado: “Legados de la invasión estadounidense a Panamá”, Julio Yao, 2012.

El pasado 1 de agosto, José Raúl Mulino cumplió su primer mes en la presidencia de Panamá. Pese al poco tiempo transcurrido desde su llegada al Palacio de las Garzas, su gobierno ha logrado generar un importante interés en Washington, que pareciera verlo como un importante aliado con quien acordar políticas migratorias. Algo que, a …

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