El gobierno de Javier Milei ha ampliado significativamente las competencias de las Fuerzas Armadas, permitiéndoles actuar en áreas de seguridad interior y redefiniendo sus capacidades para enfrentar amenazas contemporáneas. El decreto 1112/2024, publicado en el Boletín Oficial, otorga nuevas facultades al ejército para intervenir ante amenazas de organizaciones criminales transnacionales o terroristas, además de autorizar la colaboración con grupos militares de otros países. Las Fuerzas Armadas ahora podrán actuar en situaciones que antes eran competencia exclusiva de las fuerzas de seguridad, incluyendo la vigilancia y el control de tecnología avanzada, como la inteligencia artificial y los sistemas no tripulados.
La decisión ha generado preocupaciones sobre posibles abusos de poder y por la militarización de la seguridad interna, especialmente porque el gobierno insiste en identificar amenazas terroristas en diversas áreas, incluidas las fronteras y el espacio aéreo. Milei defiende estas medidas argumentando que es necesario proteger al país de agresiones externas y amenazas no tradicionales.
El decreto también establece un Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional que busca modernizar los recursos militares y mejorar la coordinación entre distintas fuerzas, y crea un Comando de Operaciones Conjuntas para abordar áreas críticas como ciberdefensa y control aeroespacial, otorgando al ministro de Defensa un mayor poder sobre la planificación y ejecución de operaciones.