Ecuador sigue inmerso en una ola de violencia que tiene como protagonista al crimen organizado. Recientemente, tres reclusos fueron encontrados muertos en la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil. Además, un ataque armado en la cooperativa Assad Bucaram de la misma ciudad dejó siete fallecidos. En Manta otro ataque resultó en al menos cuatro muertos y seis heridos. La violencia también ha cobrado la vida de miembros de las Fuerzas Armadas, incluyendo la del teniente coronel Porfirio Cedeño en Guayaquil y la de un cabo primero de la Armada durante operativos en los puertos de la ciudad. La capital del país, Quito, también registró un tiroteo en el barrio de Solanda con saldo de un muerto.
Ante esta situación, la bancada oficialista y el presidente Daniel Noboa han propuesto permitir la intervención de fuerzas especiales extranjeras para apoyar la lucha contra el “narcoterrorismo”. En sus palabras, esta iniciativa busca reforzar las acciones de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en el combate al crimen organizado. El gobierno ha impulsado esta política de manera sistemática, sin tener en cuenta otras experiencias regionales en la materia y sus resultados.