Ante las elecciones nacionales en Uruguay, a celebrarse el 27 de octubre de 2024, se observa un ambiente marcado por la polarización entre el progresista Frente Amplio (FA) y la coalición de partidos de derecha que actualmente conforman el oficialismo. El Frente lidera las encuestas con una intención de voto del 44%, según Factum y otras encuestadoras, con Yamandú Orsi como candidato presidencial y Carolina Cosse como candidata a la vicepresidencia. Por otra parte, la popularidad del Partido Nacional, liderado por Álvaro Delgado, ha disminuido, mientras que la de Andrés Ojeda, del Partido Colorado, registra un crecimiento que lo posiciona como un serio contendiente.
El Frente aspira a obtener la mayoría parlamentaria en ambas cámaras. Según proyecciones basadas en el método D’Hont, alcanzaría 46 bancas en la Cámara de Representantes y 15 en el Senado. Para lograr esta mayoría, necesita obtener al menos el 47% de los votos válidos, mientras que el bloque oficialista, que incluye partidos como el Partido Nacional y Cabildo Abierto, necesitaría más del 50% para imponerse, ya que no compite como coalición.
Junto con las elecciones nacionales se votarán dos plebiscitos de gran relevancia. El primero, promovido por el oficialismo, busca permitir los allanamientos nocturnos, lo que ha generado controversia por su posible impacto en los derechos civiles y la privacidad de los ciudadanos. El segundo plebiscito, impulsado por la central sindical PIT-CNT, propone revertir la reforma de seguridad social que extiende la edad de jubilación y aumenta los años de aportes, implementada bajo el mandato de Lacalle Pou.
En cuanto a las posturas de los candidatos del Frente Amplio, Carolina Cosse rechaza enfáticamente la reforma jubilatoria regresiva de Lacalle, resaltando que perjudica a los sectores más vulnerables, y apoya plenamente el plebiscito como herramienta para proteger los derechos de los trabajadores. Yamandú Orsi, aunque también está en contra de la reforma, adopta un enfoque más pragmático, sugiriendo que, además de revertir los cambios, se debe replantear el sistema en su conjunto para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Por ello, Orsi abiertamente llama a rechazar el plebiscito impulsado por su candidata a la vicepresidencia.
Las encuestas para la segunda vuelta proyectan una ventaja del FA, con un 44% de apoyo frente a un 37% para Delgado en un eventual balotaje. El resultado final dependerá de los indecisos, quienes podrían definir la elección en los próximos días.