La confrontación entre las facciones del Movimiento al Socialismo (MAS) continúa en aumento, con el presidente Luis Arce y Evo Morales enfrentados sobre el control del partido y la dirección política, una pugna interna que podría tener importantes repercusiones en el liderazgo del MAS y en el futuro de Bolivia.
La denominada «Marcha para salvar a Bolivia», liderada por Evo Morales, llegó a la sede de gobierno en La Paz el 23 de septiembre tras una semana de caminata desde Caracollo. El objetivo de la movilización fue presionar al Órgano Electoral para que reconociera el congreso del MAS celebrado en la localidad de Lauca Ñ en octubre de 2023, en el cual se ratificó a Morales como líder del partido. Por su parte, el gobierno acusó a Morales de utilizar la marcha para impulsar su candidatura y logró imponer en un principio la narrativa de que el “interés personal” movía a este líder. No obstante, el día en que la masiva marcha entró a la ciudad fue evidente que no se trata de un afán personal, sino de multitudes de personas del campo y la ciudad que exigen un cambio a la situación que vive el país y que ven en Morales y en el Estado Mayor del Pueblo una alternativa de liderazgo.
Arce y Morales libran desde finales de 2021 una larga batalla por el control del partido y del Ejecutivo. Esa división ha impedido que se llegue a un acuerdo entre los oficialistas para la renovación de la junta directiva del MAS ni para el nombramiento de nuevos candidatos. Ambos sectores, por separado, han realizado congresos para cambiar la junta directiva. En uno de ellos, el de octubre de 2023, los “evistas” nombraron a Morales “candidato único”. Otro congreso, celebrado en mayo de este año, fue encabezado por Arce. El Tribunal Electoral no ha reconocido a ningún cónclave e insiste en que debe haber un consenso entre ambas facciones.
La destitución de varios fiscales que investigaban a Evo Morales por denuncias de trata y tráfico de personas ha generado controversia. La diputada Deisy Choque solicitó un informe al fiscal general sobre las razones de estos despidos. La situación ha intensificado las tensiones políticas y la polarización en el país.
El gobierno ha reportado dificultades en la producción agrícola debido a la falta de insumos y la caída de la exportación de soya, afectando tanto a productores como a la economía nacional. Además, la producción de pollo ha sido golpeada por los incendios y la escasez de dólares.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó que, con base en los resultados del Censo 2024, gestó un proyecto de ley que establece una nueva distribución de escaños parlamentarios, donde se advierte que el departamento de Chuquisaca pierde un escaño y el de Santa Cruz gana uno, situación que generó diferentes reacciones en ambas regiones. El Comité Cívico Pro Santa Cruz ha denunciado que el departamento debería tener tres escaños adicionales en el parlamento, pues la distribución actual no refleja adecuadamente el peso poblacional y económico de la región.