Birju Dattani, quien asumiría como director de la Comisión de Derechos Humanos de Canadá, renunció al cargo por las constantes presiones de organizaciones judías –Centro para Israel y Asuntos Judíos (CIJA), B’nai Brith Canada y el Centro Simon Wiesenthal– que se opusieron al nombramiento por considerarlo antisemita. Pese a el ministerio de Justicia realizó un informe que determinó que “no podemos encontrar que Dattani albergara ninguna creencia que se caracterice como antisemita o haya demostrada algún sesgo (consciente o inconsciente) hacia los judíos e israelíes, la dimisión fue aceptada.
Dattani no había dado a conocer oficialmente el nombre de Mujahid Dattani, identidad que utilizaba para brindar conferencias en Oriente Medio y en algunas actividades virtuales. A raíz de ello, CIJA se pronunció en contra de la asunción de Dattani y se dio curso a la misión de investigación de la cartera de Justicia que concluyó que la omisión fue intencional.