Los transportistas en Lima y Callao suspendieron su paro parcial tras negociaciones con el gobierno, aunque advierten que podrían retomar las protestas si no se atienden sus demandas. Este conflicto afecta a miles de usuarios y continúa siendo fuente de tensión entre las autoridades y los gremios del transporte, quienes exigen al gobierno una respuesta efectiva a la ola de violencia y extorsiones por parte de grupos criminales organizados. En las últimas semanas este tema cobró relevancia pública luego de los asesinatos cometidos por delincuentes que exigen cuotas a los conductores del transporte público. Cuatro choferes fueron ejecutados por bandas de extorsionadores en represalia por no abonar el dinero que les exigían para dejarlos trabajar.