El miércoles 26 de febrero, Estados Unidos anunció su decisión de rescindir las licencias petroleras de Chevron en Venezuela. El presidente Donald Trump, a través de la red social Truth Social, comunicó la resolución de la Casa Blanca por la cual se revocan las concesiones otorgadas a Chevron en 2022 por la administración de Biden. La medida entrará en vigencia el 1 de marzo. El mandatario estadounidense justificó esta acción acusando al expresidente Joe Biden de corrupto y denunciando a Maduro de incumplir los acuerdos electorales y de no haber trasladado a Venezuela de manera ágil y eficiente a los migrantes deportados por la administración de Trump.
La licencia para las operaciones de Chevron fue otorgada por el Departamento del Tesoro en noviembre de 2022 en la ronda de negociaciones llevadas a cabo por el gobierno venezolano y la oposición. Sin embargo, el gobierno estadounidense también consideró este permiso como necesario para el abastecimiento petrolero en el marco del comienzo del conflicto en Ucrania.
Según lo establecido en dichas licencias, el gobierno venezolano no recibiría utilidades por las exportaciones de Chevron, sin embargo, éstas han impactado positivamente en la producción petrolera del país, alcanzando los 241 mil barriles por día, el 25% del total de barriles de petróleo producidos.
Por su parte, la líder opositora María Corina Machado celebró esta decisión. En una entrevista otorgada al hijo del presidente estadounidense, Donald Trump Jr., Machado sostuvo que ha sido la decisión correcta, asumiendo incluso que las consecuencias se sentirán en un corto plazo. Sin embargo, otros sectores de la oposición, como la dirigencia de Acción Democrática, han rechazado la medida. El secretario general de este bloque, Bernabé Gutierrez, declaró que estas sanciones son promovidas por sectores que buscan profundizar la crisis económica y social del país, y llamó a Trump a una reflexión más profunda.
Desde el gobierno venezolano, la vicepresidenta Delcy Rodriguez emitió un comunicado en el que cataloga la medida unilateral como lesiva e inexplicable, destacando que el principal perjudicado será el pueblo estadounidense.